Aseguró que las acusaciones no se trataban de nada más que de una extorsión proveniente de la misma corrupción existente en el Sistema Judicial Venezolano.

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El empresario aragüeño Carlos Verdugo Gazdik logró salir airoso de las acusaciones emitidas en su contra por los delitos de estafa, hurto calificado y daño a la propiedad.

“Gracias a las denuncias que formulé, el juez tuvo que reconocer mi total inocencia y hoy mi causa se encuentra solucionada. No existían razones para demandarme penalmente”, expresó.

Aseguró que las acusaciones no se trataban de nada más que de una extorsión proveniente de la misma corrupción existente en el Sistema Judicial Venezolano, que quedó al descubierto ante todas las instancias gracias a las denuncias que emitió. Verdugo Gazdik denunció que estaba siendo objeto de una extorsión que no solo buscaba altas sumas de dinero sino manchar su reputación.

“Utilizaron fotos de mi Facebook que tenían más de 10 años e hicieron un montaje como si esa fuera una captura de Interpol. Cuando la verdad es otra. En su intento de extorsionarme, lograron manipular la demanda mercantil y convertirla en una penal. Nunca me citaron y colocaron una alerta internacional. Y, como no me estaba escondiendo ni mucho menos, llegaron unos funcionarios a mis oficinas. Pude mostrar mi inocencia y se solucionó el problema de inmediato. Tras 30 años de trayectoria en Venezuela, mi empresa ha crecido y he logrado poner al servicio de otros países nuestra experiencia en la producción y comercialización de vidrios. Hoy generamos miles de empleos en distintos países. España es uno de estos”, expresó.

Afirmó a pesar de lo que pasó volverá a Venezuela “no solo en agradecimiento con esta tierra que todo nos ha dado, sino a seguir trabajando y generar bienestar en el país”.

“Venezuela ha sido cuna de talentos y oportunidades para muchos que, como yo, logramos desarrollar nuestra empresa y hemos podido exportar un modelo de negocios exitoso. Lamentablemente, las condiciones gravísimas que hoy atraviesa el país ha obligado a muchísima gente valiosa a buscar refugio en otros lugares. Yo me debo a muchas familias cuyo sustento depende de nuestras empresas. Mi sentido de responsabilidad con ellos sigue intacto. También tengo una deuda con todas las personas que, conociéndome o no, me apoyaron en estos momentos tan difíciles. Muchos clientes, proveedores, que conocían o habían consumido nuestros productos alzaron su voz para defender mi nombre y el de las empresas que represento. En medio de tantos ataques, la solidaridad de muchos venezolanos, y sobre todo maracayeros fue un gran apoyo”, expresó.

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