Una serie de irregularidades fue denunciada este jueves por los parientes de algunos presidiarios confinados en el Centro de Reclusión de Privados de Libertad Boleíta (antigua Zona 7), quienes inculparon a funcionarios adscritos a la Policía Nacional Bolivariana (PNB), encomendados de la custodia del recinto, de haber incurrido en la extorsión.
Conforme a los testimonios recopilados por el diario El Nacional, los efectivos policiales le han impuesto, de manera arbitraria e ilegal, un conjunto de tarifas a los familiares de los reos para permitir tanto su visita como también el ingreso de productos alimenticios a la instalación carcelaria: 4.000 bolívares es el costo para entrar con comida, mientras que una estadía breve equivale a 40.000 bolívares.
“El dinero se le da al preso para que luego se lo entregue a un policía y este, a su vez, a su superior; esa es la cadena de mando dentro de los calabozos. El costo aumentó la semana pasada. Si quieres ver a tu familiar a diario, tienes que pagar”, reveló una de las madres de los apresados.
Las acusaciones emitidas por los familiares fueron documentadas en las proximidades del centro penal por un equipo periodístico enviado por el citado medio nacional, sin embargo, las indagaciones fueron interrumpidas producto de una requisa que efectuaron integrantes de las Fuerzas de Acciones Especiales y Orden Público de la PNB, quienes también emplearon el uso de una brigada canina antidroga.
Referente a la revisión, un comisionado del organismo policial indicó que la súbita toma del centro se le atribuye a la primera requisa rutinaria del año, la cual se realizó con la previa autorización del Ministerio del Servicio penitenciario y la Defensoría del Pueblo. “Los familiares no deben molestarse por la espera porque saben que es un procedimiento dentro de la ley“, indicó el oficial.
Caraota Digital
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