“¿Tienes cámara? Si es así no te puedo pasar por la trocha”. Esa es la primera advertencia que hacen las personas que guían por los senderos ilegales a los interesados en cruzar la frontera entre Venezuela y Colombia, una zona tomada por paramilitares y colectivos venezolanos.
El pasado 23 de febrero numerosos representantes de los medios de comunicación se encontraban documentando el intento de ingreso de la ayuda humanitaria a Venezuela, pero cerraron la frontera y no pudieron salir de Cúcuta. Más de 50 periodistas tuvieron entonces que dejar todos sus equipos en hoteles para evitar ser reconocidos por colectivos en el trayecto de regreso al país.
Ingresar por la vía aérea estaba descartado. Los funcionarios del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía han aumentado el asedio en contra de las personas que viajan con equipos de prensa y la posibilidad de ser detenidos por cuerpos de seguridad del Estado es alta. La única opción era trasladarse por tierra y para eso había que cancelar a quienes son conocidos como “los trocheros” un monto que puede llegar a 60.000 pesos (75.000 bolívares).
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