Estados Unidos planea una nueva oleada de redadas para aprehender y deportar a migrantes indocumentados centroamericanos llegados después del 1 de enero de 2014. La medida, que debe ser implementada en todo el país, afectará a madres y niños con una orden de deportación vigente. La decisión del Gobierno del demócrata Barack Obama ha sido criticada por los propios demócratas, incluidos los aspirantes a sucederlo en la Casa Blanca.
El Departamento de Seguridad Nacional confirmó en la tarde del jueves la noticia, adelantada por la agencia Reuters. No se ha precisado cuándo comenzarán las redadas, aunque, según la agencia, que tuvo acceso a un documento oficial interno, se prolongará durante 30 días y será la mayor realizada hasta la fecha.
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