Los más de un millón de manifestantes que salieron a protestar en las calles de Caracas enviaron un claro mensaje a las Fuerzas Armadas del país, y en particular a los oficiales que no están involucrados en la corrupción de la alta cúpula del chavismo: Con Maduro no hay futuro.
Los manifestantes protagonizaron la mayor concentración de protesta en la historia del país, haciendo caso omiso de la ola represiva emprendida por el régimen de Nicolás Maduro, que ordenó a su policía política arrestar a media docena de líderes de la oposición, pertenecientes principalmente al partido Voluntad Popular.
“Lo que vimos ayer fue una clara señal a las fuerzas armadas y al Tribunal Supremo de Justicia, y a todo otro grupo que mantienen esta cúpula minoritaria en el poder, de que van a tener que ajustarse a la Constitución”, manifestó Diego Moya-Ocampos, analista senior para América Latina de IHS Global Insight.
En particular, la marcha envía un mensaje claro a los militares, recordándoles que su función es defender a la Constitución, lo cual en este caso se traduce en el derecho de la población a manifestar pacíficamente y garantizar la expresión del voto a través del referendo, agregó Moya-Ocampos desde Londres.
Y ciertos sectores de las Fuerzas Armadas tomaron el mensaje, aseguró desde Miami el Teniente José Colina, presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).
“Desde el día de ayer, un sector de las fuerzas armadas está en una profunda reflexión, e inmersos en un proceso de analizar dónde realmente están las aspiraciones de la población venezolana y hacia dónde el régimen está llevando realmente al país”, señaló Colina, quien se mantiene en contactos con oficiales venezolanos activos.
Según datos de la oposición, más de 1.1 millones de personas participaron en la “Toma de Caracas”, miles de ellos llegando a la capital desde el interior del país tras sortear las numerosas alcabalas impuestas en las principales vías de acceso bajo órdenes del régimen de Nicolás Maduro.
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