La comunidad de La Redoma, en el municipio Mara, reconoció a Marbelis Margarita Fernández Pineda (16) por una blusa roja. Sus homicidas la dejaron en una zona enmontada de la parroquia San Rafael, luego de violarla y cortarle el cuello con un arma blanca.
Una vecina contó que a la adolescente la vieron, el jueves a las 3.00 de la tarde, por última vez. Sus padres la enviaron a comprar hortalizas a un abasto, cerca de su casa. Presumen que en el trayecto la atacaron. “Mi esposo la vio cuando regresaba como a las 3.30 y llevaba las bolsas de comida”.
Los Fernández explicaron que la buscaron toda la tarde. “Ella no se iba a perder porque sí, por eso nos extrañó que no regresara de la tienda”. Con ayuda de la comunidad se organizaron en grupos y recorrieron todo el sector. “Caminamos todo el monte y no la encontramos”, detalló una allegada.
Se pidió ayuda a los Bomberos de Mara y a la Policía regional, pero les respondieron que esperaran, que “seguro andaba con un novio”. La insinuación de los oficiales indignó a la familia y siguieron la búsqueda sin ayuda. Los gritos alertaron ayer, a las 8.00 de la mañana, a la comunidad.
El cadáver de la adolescente con rasgos indígenas estaba boca abajo entre los matorrales, al final de una trilla de barro. Supieron que era ella por la blusa roja que tenía puesta. “En sus partes tenía como un trapito”, recordó uno de los familiares con tristeza.
Al verla, los vecinos describieron que le salía sangre de su cuello “y tenía hormigas en la boca”. El resto de su ropa no la encontraron.
El sitio lo resguardaron familiares, amigos, vecinos y averiguadores, entre todos sumaban unos 80. Al llegar la Policía científica los dispersaron, cercaron el área con una cinta amarilla y hurgaron entre las hojas y el fango por unos 60 minutos.
Los detectives determinaron que los homicidas usaron un arma blanca para abrirle el cuello. “Tenía una profundidad considerable la herida y podría haber sido violada por varios delincuentes”.
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