A poco más de cinco meses de que el pequeño Caleb Schwab, de 10 años de edad, perdiera la vida en un tobogán acuático de Kansas, sus padres han llegado a un acuerdo con el parque de diversiones donde se encontraba la trágica atracción.

El incidente, ocurrido el 7 de agosto en el parque Schlitterbahn Water Park de Kansas City, estremeció al país luego de que el pequeñito muriera de forma súbita y violenta a bordo del impresionante tobogán de más de XX pies de altura al ser decapitado y salir volando.

Tras meses de negociaciones los padres por fin consiguieron este miércoles un acuerdo con los dueños del parque, según indicó People.

“La familia Schwab se mantiene firme en hacer que aquellos responsables en esta tragedia paguen, mientras que se aseguran que nada de esto le vuelva a suceder jamás a otra familia”, dijo por medio de un comunicado el abogado de la familia, Michael Rader.

Los detalles del acuerdo no fueron revelados de momento, sin embargo en el documento enviado por correo electrónico a People el abogado aseguró que los detalles del acuerdo legal “serán revelados en un futuro cercano”.

La familia había hecho una petición al fiscal de distrito de Johnson County para que aprobara su petición de conseguir un acuerdo legal por muerte injusta con los dueños del parque de diversiones. Dicha demanda también incluía al fabricante de la balsa en la que el niño se subió para bajar por el tobogán. Según People, el juez, Thomas Sutherland, aprobó el acuerdo.

La tragedia ocurrió durante una fiesta privada, y el niño se encontraba disfrutando de las atracciones del parque junto con toda su familia, incluyendo su padre, que es un representante del estado, Scott Schwab.

A raíz de la tragedia, el infame tobogán, que tenía un prolongado historial de problemas previos a su apertura, fue cerrado definitivamente en noviembre.

tobogán acuático, Verrückt, Kansas

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