Reino Unido podría haber evitado, con éxito, el primer ataque del Estado Islámico en Occidente. Según informan los medios del país, la policía británica llevó a cabo este martes una redada armada en la que fueron detenidas cuatro personas que planeaban llevar a cabo ataques en las calles de Londres. Al menos uno de los hombres detenidos es sospechoso de haber planeado un ataque en las calles de Londres y había viajado a Siria.
Se cree que tiene vínculos con el Estado Islámico, la organización terrorista que ha decapitado a varios ciudadanos occidentales, entre ellos los dos británicos Alan Henning y David Haines, ambos trabajadores humanitarios.
Los sospechosos, de entre 20 y 21 años, tenían, se cree, planes para comprar armas para atacar a individuos. Las autoridades se preparan para ataques de imitación, con posibles decapitaciones. Las autoridades de Reino Unido creen que son ya cerca de medio millar los británicos que han acudido a Siria para luchar por la yihad, la guerra santa.
De estos, algunos han vuelto a su país de origen, y, aunque no todos planean llevar a cabo ataques, algunos sí que vuelven radicalizados en extremo. De los detenidos este martes, se cree que uno había estado luchando en territorio sirio. Dos yihadistas británicos fueron liberados hace unos días por el estado turco a cambio de rehenes que tenía el ‘EI’ de esta nacionalidad.
La policía no ha divulgado los planes que podrían haber estado estudiando los detenidos.
