Fue la escasez de boletos aéreos la que obligó a posponer el Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC), pautado para marzo de este año. “Ya tendríamos que empezar a mandar pasajes, a hacer unas cosas que son imposibles ahora”, declaró a El Universal en febrero, Carmen Ramia, presidenta del FITC.
Hace seis meses, el comité organizador del evento cultural anunciaba que se llevaría a cabo del 18 al 28 de septiembre con compañías de Alemania, Argentina, Brasil, Francia y España. Sin embargo, una vez más la crisis de país le ganó la batalla a la cultura. “Vamos a rodar el festival para 2015. De ahora en adelante se va a hacer cada dos años en semana santa, como era habitual”, detalló la ex directora del antiguo Ateneo de Caracas.
“La situación actual dificulta su realización. En estos momentos resulta cuesta arriba que las alcaldías desembolsen tanto dinero y con la falta de pasajes es imposible traer a alguien. Estábamos de manos atadas, limitados a las ofertas de las embajadas”, agrega Carmen Ramia.
Gracias a la buena gestión de su fundador Carlos Giménez junto a María Teresa Castillo, el FITC se convirtió en una referencia internacional, catalogado entre las citas escénicas de mayor importancia en el mundo. Luego de seis años de ausencia, el evento regresó en 2012 para homenajear la dramaturgia de José Ignacio Cabrujas.
La Zaranda de España abrió en el Teatro Chacao el programa del festival el año pasado, junto a otros dos montajes auspiciados por el país ibérico. Piezas teatrales de Italia y Corea del Sur también llegaron a las tablas. Ahora, el público venezolano deberá esperar hasta el próximo año para disfrutar nuevamente del evento.
“Por lo que resta, estaremos dedicados a recaudar fondos para preservarlo. Confiamos en que durante este tiempo se solventarán todas las complicaciones”, explica Ramia, quien no descarta que el FITC volverá con modificaciones. A principios de 2014, la gerente cultural hablaba de hacer una muestra de artes escénicas más pequeña que las anteriores, con entre ocho y diez agrupaciones, además de teatro de calle.
JESSICA MORÓN