La joven escritora venezolana María Paulina Camejo, hija del preso político César Camejo Blanco, debuta con «Beatriz decidió no casarse» y «Los complicados amores de las hermanas Valverde», dos entretenidas obras de romance, de ágil lectura y llenas de detalles culturales e históricos de relevancia para la generación que convive cada día con las redes sociales y los teléfonos inteligentes.

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María Paulina Camejo tiene el talento de presentar historias a cuya lectura es fácil engancharse, con personajes a los que el lector se apega con facilidad. En sus dos obras, María Paulina eligió como protagonistas a mujeres. En el primer caso, una exitosa mujer independiente de 45 años, y en el segundo, tres estudiantes, hermanas e hijas de familia. El común denominador en sus personajes femeninos es la orientación hacia la educación y la vida profesional en un contexto conservador.

Camejo, es hija del ex-banquero venezolano César Camejo Blanco, quien fuera presidente de la entidad de ahorro y préstamo Casa Propia enjuiciado cuando el Gobierno de Hugo Chávez expropió a la banca privada y muchos de los banqueros pasaron años en los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). María Paulina, ha vivido en carne propia el drama de los presos políticos en Venezuela por eso ha decidido aportar desde el exilio y desde lo que domina: Las letras. Actualmente es columnista y ha escrito dos novelas, en una de ellas relata lo que viven muchos en Venezuela: “Hay distintas maneras de ayudar al país, yo lo quise hacer a través de la escritura, escribí dos novelas una de ellas dedicada a dar a conocer lo que pasa en las cárceles en Venezuela”.

«Beatriz decidió no casarse» fue la primera novela de la joven autora, escrita durante su adaptación a un nuevo entorno, cuando tuvo que abandonar su país y sus estudios para ir a vivir a Miami cuando su padre fue detenido y hecho preso político en 2011. En sus páginas, Camejo presenta la historia de Beatriz Blanco, mejor conocida como «Bea», una exitosa novelista latinoamericana que después de pasar seis meses en París dedicada a la creación de su nuevo libro, debe regresar a su ciudad natal, Caracas, lo cual desata en su mente una serie de recuerdos, cuya narración en retrospectiva utiliza hábilmente Camejo para desarrollar la trama romántica: En medio de un noviazgo relativamente estable, Beatriz decidió que su prioridad era perseguir una carrera como escritora, por lo que rompió su relación con Santos, sumergiéndose en su vida profesional como autora y cosechando el éxito que siempre buscó. Tras ser nominada al Premio Cervantes, Beatriz parece estar en la cima, si no fuera porque constantemente debe enfrentar duros cuestionamientos internos sobre su determinación de permanecer soltera para dedicarse a sus libros. Un importante viaje la hará enfrentarse al amor de su vida, y las preguntas en su mente se harán más duras, cuando deba evaluar si su decisión de más de veinte años atrás valió la pena.

«Los complicados amores de las hermanas Valverde», por su parte, fue escrita tras concluir Camejo su licenciatura en la Universidad de Miami. Esta, su segunda novela, presenta tres entretenidas pero complejas historias a través de las cuales la autora permite a sus lectores internarse en la Venezuela chavista, en la vida cotidiana de tres chicas de una familia católica y en sus experiencias al conocer a sus improbables enamorados: un ateo, un preso político y un tutor de matemáticas. Julia, de veintidós años y estudiante de Comunicación Social, es muy reservada y de fuertes convicciones morales; Cristina, de veinte años y estudiante de psicología, es mucho más sociable y constantemente se halla saliendo con sus amigas a los diferentes lugares de moda, mientras que la pequeña Luna, de diecisiete, tiene problemas para poner atención en sus clases, lo cual provoca que obtenga bajas calificaciones. A través de su vida cotidiana, las tres hermanas convivirán con tres chicos que lograrán conquistar el corazón de cada una, hasta que son confrontadas con el desafío de establecer una relación que tiene pocas posibilidades de tener futuro. En las páginas de esta obra y en medio de la complicada trama romántica, permea la realidad política de Venezuela, destacando la descripción que la autora hace de la vida dentro del SEBIN, una de las cárceles de presos políticos que se encuentran en la ciudad de Caracas, pues una de las chicas, para realizar un trabajo relacionado a sus estudios, consigue visitar el lugar y conoce a Salvador, uno de los reclusos, encerrado tan solo por trabajar en una casa de bolsa en medio de la tendencia política de un gobierno que tira a la nación hacia la izquierda.

En ambas novelas María Paulina Camejo logra reflejar con una divertida perfección el mundo interno de la mujer contemporánea en América Latina, así como la complejidad de las relaciones románticas en una era en la que la comunicación cotidiana transcurre en gran porcentaje a través de los servicios de mensajería de los teléfonos móviles.

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