Todos hemos estado en esa irritante situación. Sales de casa a toda prisa y las malditas llaves no aparecen. Has buscado en el lugar donde las sueles poner, y también en el último sitio donde estuviste y nada. Un equipo de investigadores ofrece una clave para encontrarlas más rápido.
La clave consiste en obviar los lugares fáciles y centrarse en los rincones más desordenados y con más cantidad de trastos de la casa. ¿Por qué? La explicación está en un estudio sobre la vista llevado a cabo por científicos de la Universidad de Aberdeen, en el Reino Unido.
El estudio buscaba averiguar cómo usamos la vista para buscar objetos. Para ello, pusieron a un grupo de voluntarios a realizar una serie de pruebas visuales. Cada prueba consistía en encontrar una serie de objetos simples ocultos entre un montón de objetos muy similares. El experimento reveló que los seres humanos tendemos a ser exhaustivos cuando buscamos algo con la vista y comenzamos descartando las zonas visuales más obvias. En otras palabras. Ante una imagen cargada de información, primero buscamos el objeto en las zonas más vacías de contenido, las descartamos, y pasamos a las que tienen más objetos.
La técnica puede parecer lógica, pero pasa por alto una herramienta magnífica de nuestros ojos: la visión periférica. Los investigadores demostraron que si el objeto está oculto en las partes sencillas de la imagen no es necesario centrarse en ellas porque nuestra visión periférica lo hubiera encontrado mientras buscaba en las zonas difíciles. En otras palabras, es más rápido saltarnos las áreas con menos información y buscar directamente en las complejas.
Pasamos demasiado tiempo buscando el objeto que hemos perdido en los lugares en los que sabemos que no está porque ya hemos pasado por allí
Con las llaves (o el móvil, o la cartera, o cualquier otro objeto pequeño) pasa exactamente lo mismo. El estudio demuestra que pasamos demasiado tiempo buscando el objeto que hemos perdido en los lugares en los que sabemos que no está porque ya hemos pasado por allí, generalmente desesperados y jurando en lenguas muertas. En lugar de ello, la manera más eficiente de encontrar las dichosas llaves es rebuscar en los lugares en los que hay más desorden y es más difícil encontrar nada a primera vista. Si las llaves estaban encima de la mesa o en el suelo o en cualquier otro lugar evidente, es casi seguro que nuestra visión periférica las encontrará mientras buscamos en los lugares difíciles.