Jennifer Lawrence ha hablado en más de una ocasión que bebió alcohol para grabar su primera secuencia de sexo en el cine, que fue para la película Passengers —que se estrenará el próximo 30 de diciembre en España— junto al actor Chris Pratt. Ahora, ha sido su compañero de reparto el que se ha pronunciado sobre el asunto: “Sentí la responsabilidad de hacer más cómodo el momento”, ha afirmado el intérprete a People.
“Además de toda la ansiedad que genera rodar una escena así”, explica el actor de Jurassic World, “cuando estás haciéndolo te das cuenta de que no hay nada de sexy en ello. Es realmente incómodo”. Y continúa: “Es parte del trabajo y tienes que hacerlo”.
Este año, en una entrevista de Lawrence para el programa Late Night, con el presentador Seth Meyers, la actriz dijo que ella y Pratt no habían discutido las mecánicas de su escena antes de rodarla, y que, de todos modos, tampoco hubieran sabido qué decir: “¿Qué opinas? ¿Vas a ponerte encima y yo debajo? ¡No hablas de todo eso!”, explicó la protagonista de Joy: el nombre del éxito.
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