Tras el fuerte sismo de magnitud 7.1 que sacudió este martes a México, han comenzado a circular rumores de que un fenómeno similar se está esperando que ocurra  en Venezuela, lo que fue desmentido por el facilitador en prevención sísmica, Jacobo Vidarte, quien, sin embargo, tampoco lo descartó.

“Los eventos naturales no son predecibles. Es falso que se esté esperando un sismo mayor de 7, 8 o 9 en Venezuela. Debemos estar claros que estos eventos son normales y que nos llevan a sensibilizarnos en cuanto a preparación, no solo en la escuela y en el trabajo, sino desde el núcleo familiar”, dijo Vidarte a Caraota Digital.

Venezuela no escapa a los movimientos telúricos debido a que tiene tres sistemas de fallas por estar ubicada sobre dos placas tectónicas: la del Caribe y la de Suramérica, la cual forma la cordillera andina, que es el sistema de fallas de Boconó. “En la zona centro norte tenemos el sistema de fallas de San Sebastian y en la zona nororiental está el sistema de falla de El Pilar”, apuntó.

Es normal que en el país ocurran eventos sísmicos, pero la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) solo registra y publica los que son mayor o igual a 2.5 en la escala abierta de Richter, indicó el experto.

En el país hay registros de movimientos telúricos desde el 1 de septiembre de 1530, pero no se descarta que antes de esta fecha hayan ocurrido sismos, agregó.

El triángulo de la vida

Resaltó que la tesis del “triángulo de la vida” no está recomendada por ninguna institución oficial “no solamente en Venezuela, sino en el mundo entero”.

“La recomendación muy puntual es resguardarse debajo de la mesa y no de un lado. Las posibilidades de ser impactado por un objeto estando debajo de la misma son mínimas, en algunos casos nulas. En cambio, estando de lado tiene que caer la viga, columnas o paredes de alguna manera específica para que origine el llamado triángulo de la vida”, explicó.

Añadió que las posibilidades de lesiones son mayores estando afuera y no debajo de una mesa.


El triángulo de la vida es una teoría de Doug Copp, fundador y jefe del Equipo Internacional Americano de Rescate, que aseguraba que durante un sismo había que colocarse a un costado de un mueble o mesa para aprovechar los supuestos “vacíos” que podrían quedar si se desprenden paredes o techos, o columnas y así sobrevivir al sismo. Imagen/ La Tercera.

CARAOTA DIGITAL

 

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