Cuando tenemos 15 años, soñamos con el príncipe azul. Le escribimos cartas, imaginamos cómo sería darle “un piquito” o caminar agarrados de la mano. Hoy, recordar todas esas cosas nos llena de ternura y nos hacen un poco de gracia: éramos así de inocentes (o taradas)

¿Qué le dirías sobre el amor a esa chica de 15 años o a tu yo adolescente?

Ajústate bien el cinturón. Nadie dice que el camino del amor es sencillo, es una montaña rusa, y no sabes en qué momento pasarás de estar en lo más alto a lo más bajo

Aprende algo de cada caída. En lugar de sentirte culpable y pensar en todo lo que pudiste hacer para que las cosas mejoren, piensa en lo que puedes rescatar de todo lo que debes enfrentar. Serás más fuerte y una mejor persona.

Tarde o temprano vas a estar bien. Hay personas que se reponen antes que otras luego de una ruptura amorosa, pero no te preocupes, todo va a pasar. Eso que ahora te hace llorar, pronto se convertirá en un recuerdo y una anécdota más que contar.

Toma la iniciativa. No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió, cantaba el gran Joaquín Sabina y es muy cierto. No vale la pena quedarte con la pregunta dando vuelta en tu cabeza: “¿Qué hubiese pasado si…?”. Si te nace decir o invitar al chico que te gusta a salir, hazlo. Y si pasó algo malo, acéptalo y no te tortures.

Perdona y asume. Así como debes dejar el rencor de lado y perdonar a las personas que te hicieron daño (aunque cueste), también debes saber que tú no eres perfecta y puedes causar el mismo dolor a otros. Asume tus errores y pide perdón si es necesario.

Eres la dueña de tu destino. Nadie va a hacer el trabajo duro por ti: tú tienes que salir a recuperar tu felicidad, tú tienes que querer estar bien, tú eres la que debe ser feliz día a día. Eso que esperas no te va a caer del cielo y es una lección que debes aplicar en varios aspectos de tu vida, no solo el amoroso.

No estás sola (aunque lo creas). Tu vida no termina con un corazón roto, hay gente que te quiere y está ahí para apoyarte: tus amigos y tu familia. Ellos son un gran apoyo cuando las cosas se ponen duras y saben mucho más de lo que te imaginas.

Nunca te compares. Eres una persona valiosa, con tus cosas buenas y malas. No trates de imitar a otros para encajar ni compararte con “la nueva novia” de tu ex. No vale la pena fijarte tanto en alguien que ya es pasado.

Libera tu mente. No todo en esta vida gira alrededor de las relaciones amorosas. Sal con tus amigas, viaja, diviértete, descubre cosas nuevas y vive experiencias importantes para ti, porque la vida es muy corta y después no tendrás tiempo suficiente para hacerlo todo.

El amor no es un cuento de hadas. Lo príncipes azules no existen y no hay un “felices para siempre”. El trabajo duro no termina con el “¿Quieres estar conmigo?” sino que recién empieza, porque una relación se cultiva con el tiempo.

EMEDEMUJER

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