Situado en el distrito sur de Londres se encuentra una importante confluencia de calles conocida como ‘Elephant and Castle’, un lugar que hoy en día es conocido por la amplia gama de exclusivos restaurantes que allí han abierto sus puertas y por reunir un buen puñado de característicos comercios.

Pero hubo un tiempo en el que esa zona no gozaba de tan buena fama y reputación, siendo a lo largo de unas cuantas décadas el lugar de donde surgieron numerosas bandas criminales que atemorizaron al resto de habitantes londinenses.

Entre todas ellas destacó una que estuvo activa desde el último cuarto del siglo XIX hasta mediados del XX. La peculiaridad de esa banda, llamada ‘The Forty Elephants’, fue sin lugar a dudas el hecho de que estaba compuesta única y exclusivamente por mujeres.

A lo largo de los casi 75 años en los que estuvo activa la banda, muchas fueron sus componentes, modos de operar y objetivos y las líderes de ‘The Forty Elephants’ más famosas en todo ese tiempo fueron Alice Diamond, Doris Stewart, Ada Wellman o Margaret Hughes (también conocida como Maggie Hill).

Al principio se trataba de un grupo de rateras que hacían trabajos menores como robar carteras u pequeños objetos, pero la eclosión de la banda llegó hacia mediados de la década de los años 20 en la que sus componentes eran auténticas profesionales del mundo del crimen.

Pero así como en sus inicios ese grupo de delincuentes se dedicaba a los pequeños hurtos con el fin de conseguir algo para subsistir, a partir de la década de 1920 los objetivos en los que invertir sus botines eran muy diferentes: robaban para organizar alocadas y divertidísimas fiestas.

Los conocidos como ‘alegres años 20’ también había hecho mella en las jóvenes delincuentes que querían divertirse por todo lo alto al igual que lo hacían las mujeres de la alta sociedad británica.

En un principio el radio de acción para sus fechorías se centraba en el West End de Londres, después lo ampliaron actuando en el resto de la capital, para finalmente moverse por cualquier punto del país.

Eran auténticas profesionales y consiguieron convertirse en la banda de ladronas más famosa y temida, ya no solo de Londres sino de gran parte de Inglaterra.

Durante un tiempo los comercios predilectos para robar eran aquellos en los que podían encontrar abrigos de piel, rollos de seda con los que hacerse elegantes vestidos y joyerías donde proveerse de vistosas piezas que luego lucían en sus desmadradas fiestas.

A pesar de ser un grupo solo compuesto por mujeres, en momentos muy puntuales dejaron participar en sus fechorías a algún hombre e incluso para dar algún importante golpe se unieron a los componentes de la ‘Elephant and Castle Mob’, una versión masculina de la banda, aunque éstos no llegaron a alcanzar tanta fama ni tan buenos resultados como las féminas.

Múltiples fueron las ocasiones en las que las miembros de ‘The Forty Elephants’ eran detenidas, pero la buena previsión de fondos que tenían les permitía pagar la multa o fianza y salir en libertad a las pocas horas.

En la banda había desde jóvenes adolescentes de 16 años hasta mujeres adultas, ya casadas y que rondaban los 40 años de edad. Algunas fuentes destacan el enorme atractivo que tenían estas delincuentes, quienes iban bien vestidas y con una serie de bolsillos escondidos en sus ropas en los que metían las piezas o dinero que iban robando.

Tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial muchas de las bandas que operaban en Inglaterra fueron desapareciendo, entre ellas ‘The Forty Elephants’ de la que no consta actividad desde mediados de la década de 1950.

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