1. Esquilo

Sucedió hace mucho tiempo, en el año 465 a.C. Esquilo fue un filósofo de la antigua Grecia. Hijo de una familia rica, luchó en importantes batallas y escribió algunas de las obras más conocidas sobre el pensamiento filosófico.

Su final es un de los más raros que se conocen. Primero, un oráculo predijo su muerte. Le dijo que una casa caería sobre su cabeza y moriría aplastado por ella.

Tras escuchar la funesta profecía, el filósofo se trasladó a vivir fuera de la ciudad pero un ave dejó caer una tortuga que trasportaba en sus garras y el caparazón impactó contra la cabeza de Esquilo provocándole la muerte. Se cumplía así la profecía del oráculo, quien le aseguró que moriría aplastado por una casa…en este caso el caparazón de una tortuga.

2. Hans Staininger

El 28 de septiembre de 1567 moría Staininger, en aquellos tiempos administrador de la ciudad de Braunau am Inn, al norte de Salzburgo (Austria). Hans Staininger era conocido por su larga barba que medía más de un metro y llegaba al suelo. Cuando su casa accidentalmente se quemó, Staininger trató de escapar con la mala suerte de que pisó su barba y al caer al suelo se partió el cuello. Su barba fue conservada por la familia como una reliquia y actualmente está expuesta en un museo de la ciudad.

3. David Grundman

A este estadounidense le llegó la hora en 1982 cuando disparaba cactus en el estado de Texas, en una práctica conocida como “cactus plugging”. Tuvo la mala suerte de acercarse a una de estas plantas, que pueden superar los 3 metros de altura, se le cayó encima vencida por los balazos del difunto.

4. Michael Faherty

Fue el primer caso de muerte por combustión instantánea registrado de la historia. Faherty de 72 años combustionó en el salón de su casa el 22 de diciembre de 2010.  Ciaran McLoughlin, forense del caso, dictaminó que la muerte se produjo por combustión espontánea y explicó que en 25 años de práctica profesional nunca había visto un caso similar. “El incendio fue investigado de forma exhaustiva. Mi conclusión es que corresponde a la categoría de combustión humana espontánea, para la que no existe una explicación adecuada”, añadió.

5. Sonny Graham

Su caso es escalofriante. En 1995 Sonny Graham recibió un trasplante de corazón. Su donante: un hombre que se había suicidado con un tiro en la cabeza. El hombre quiso conocer a la familia del hombre que le había salvado la vida y se enamoró de la viuda. Ambos se casaron y años después, Sonny también se suicidó pegándose un tiro.

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