Miranda, una niña que murió hace 145 años, fue hallada en un ataúd en el garage de una vivienda en San Francisco. Lo extraño es que fue encontrada en perfecto estado y sujetando una rosa.

El 9 de mayo, cuando unos obreros removían escombros en la vivienda de Ericka Karner, Distrito de Richmond, se sorprendieron por tan terrorífico hallazgo. De inmediato llamaron a la policía para que hicieran las investigaciones pertinentes del caso.

La pequeña tenía 3 años al momento de su muerte y está completamente cubierta con un vestido blanco. Su mano derecha aferra una rosa de rojo intenso. Su piel y su cabello están en perfectas condiciones y permaneció todo este tiempo rodeada de hojas de eucaliptos.

Las primeras especulaciones hablan de un posible -e insólito- olvido que tiene casi 100 años. La niña habría sido parte de los 30 mil cuerpos que componían el antiguo Cementerio Odd Fellows, que en 1920 cerró y trasladó a la mayoría de sus “habitantes” a un lote común en Colma. El plan de las autoridades era hacer espacio en la ciudad y colocar todos los cementerios en las afueras. De alguna manera, la pequeña Miranda quedó olvidada allí.

Según explica el diario San Francisco Gate, la familia a la que pertenecía la niña tenía una buena posición económica por las delicadas terminaciones que tiene el ataúdencontrado y el arduo trabajo del funebrero que realizó los trabajos para preservar su piel y aniñado perfecto.

Ahora, quien enfrenta un problema es la dueña de la propiedad donde se halló el ataúd. El cuerpo es ahora responsabilidad de Karner, quien tendrá que hacerse cargo de los costos: deberá abonar una cifra de entre 7 mil y 22 mil dólares. “No parece lo correcto. Entiendo que un árbol esté en tu propiedad, ésa es tu responsabilidad. Pero esto es diferente. La ciudad decidió mudar todos estos cuerpos 100 años atrás, y ellos deberían mantener sus decisiones”, dijo la mujer, quien está en esa vivienda desde 1976.

Sin embargo, todo parece encaminarse. Una sociedad caritativa liderada por Elissa Davey se hará cargo de los gastos. Su cuerpo será trasladado a una cámara refrigerada a la espera de un examen completo. “Si la gente descubre que está tendida en una obra en construcción sin nadie por la noche, puedes apostar que alguien la robará. Hay gente macabra. Involucrada en brujerías. La quiero afuera”, indicó Davey al diario San Francisco Gate.

La próxima semana, Davey hará los arreglos necesarios para que Miranda -el nombre de ficción dado por la comunidad- sea nuevamente enterrada: “Irá a casa con el amor de todos”, concluyó.

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