Una mujer en Texas, Estados Unidos, tiene tanto sobrepeso que está casi inmovilizada y dice que no tiene intención de dejar de comer en un plazo cercano. Su novio también es cómplice de su desquiciado plan que es un fantasía sexual de ambos, y se dedica a cocinar todo el día para ella.
Su novio, Sid Riley, de 25 años, pasa sus días cocinando para ella, dándole vuelta cuando su estómago de 91 pulgadas está lleno y alimentándola con un embudo. Mónica explica:
“El plan es alcanzar los 450 kilos y quedar inmóvil. Me alimento como una reina porque Sid siempre está atento y está emocionado por ello también. Es una fantasía sexual para nosotros, y hablamos mucho de ello. Él tiene que ayudarme a levantarme del sofá y de la cama”.

Mónica ha vivido con sobrepeso toda su vida. Apenas hace dos años se estaba preparando para una cirugía bariátrica (para reducir el peso), pero a último minuto ella se retractó para aceptar su figura superpesada.
Mónica se alimenta con alrededor de 8 mil calorías diarias. En un día promedio se come: seis salchichas envueltas en pan, un tazón de cereal azucarado, cuatro sándwiches de McChicken, cuatro hamburguesas con queso dobles, papas fritas grandes, macarrón con queso, 30 nuggets de pollo, un Taco Bell, seis bollos, dos malteadas para ganar peso y medio galón de helado.
Por cierto, la malteada para ganar peso incluye 10 pop tarts, mucho helado y polvos para ganar peso. Unas 3 mil 500 calorías.
Los dos enamorados planean tener un hijo que Mónica criará en la cama. Al hablar de su salud, dijo:
“Mi mamá no entiende nada de esto y me dice que me estoy suicidando. Entiendo su preocupación pero es mi vida y ganar peso me hace feliz. Me preocupo muy poco perder mi independencia porque sé que Sid ama cuidarme y que nunca me dejará sufrir.”