Al mexicano Oscar Otero le pareció una buena idea fotografiarse con un revólver. Luego de tomar unas cervezas con sus amigos, levantó su celular con la mano izquierda y lo alejó lo suficiente hasta captar en la misma imagen su cabeza y el cañón del arma. Sonrió y disparó. Tenía 21 años.
La muerte de Oscar es uno entre 49 accidentes fatales relacionados con “selfies” que registra la organización de análisis de datos Priceonomics entre el 2014 y enero del 2016.
Pricenomics, con sede en EE.UU. e integrada por ingenieros, analistas y científicos, rastreó las noticias en medios de comunicación del mundo acerca de estos hechos y concluyó que las principales víctimas de estas arriesgadas autofotos tienen entre 15 y 25 años.
Son jóvenes de nacionalidades tan diversas como la mexicana, la india o la rusa que comparten por igual dos cosas: un celular en las manos y su afán por llamar la atención en redes.
“Selfies” y tiburones
Durante este año, el número de accidentes fatales relacionados con los llamados “selfies” extremos no ha dejado de protagonizar titulares en el mundo.
Estadísticamente, la fiebre de fotografiarse con un celular ha demostrado ser más peligrosa que nadar con tiburones. A mediados de 2015 el sitio de noticias multiplataforma Mashable registró 12 accidentes fatales relacionados con los “selfies” y sólo ocho ataques de tiburones que resultaron mortales.
Según el Philippines Daily Inquirer, uno de los principales diarios de Filipinas, en enero una adolescente de 19 años cayó 20 pisos mientras intentaba tomarse una fotografía sobre el techo de un edificio en Manila.
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