Hace dos años, la relación entre la fiscal de la República, Luisa Ortega Díaz y el chavismo, era otra. Fue Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional en ese entonces, quien la juramentó para que estuviera frente al cargo en un nuevo período.
Entre aplausos, Ortega Díaz recibió las credenciales que la acreditaban para continuar su labor en ese cargo.
Pero las cosas cambiaron, Ortega Díaz se desmarcó del gobierno nacional, justo después de que el Tribunal Supremo de Justicia asumiera las funciones de la Asamblea Nacional.
Calificó el hecho como una ruptura del orden constitucional. Posteriormente, expresó su rechazo a la Constituyente promovida por Nicolás Maduro.
Frente a esto el gobierno ha repudiado las declaraciones de la fiscal y niega que sus acusaciones tengan fundamento.