Los Cachorros de Chicago acabaron con una sequía de 108 años sin ganar un título y rompieron el supuesto maleficio de la cabra Murphy al derrotar a los Indios de Cleveland ocho carreras por siete en diez entradas del agónico séptimo y decisivo juego de la Serie Mundial.
Además se convirtieron en el primer equipo que voltea un 3-1 en contra con los últimos dos juegos fuera de casa desde que lo hicieron los Piratas de Pittsburgh en 1979.
Cinco venezolanos se colocaron el anillo siendo determinantes en el juego, Willson Contreras, Miguel Montero y el relevista Héctor Rondón. Henry Blanco y Franklin Font hicieron lo propio.
El abridor Kyle Hendricks laboró durante cuatro entradas y dos tercios en las que permitió cuatro imparables con dos carreras -una sucia-, un boleto y ponchó a dos. Luego Joe Maddon trajo a Jon Lester quien dominó durante tres capítulos permitiendo dos carreras también y al igual que Hendricks, con una sucia.
Aroldis chapman vino después con dos outs en el octavo para buscar un rescate de cuatro tercios que nunca llegó porque Brandon Guyer el conectó un doblete por el derecho para colocar el partido por dos carreras y después Rajai Davis sonó un jonrón a bate recortado por todo el izquierdo para empatar el encuentro. Sin embargo, el cubano se quedó con el juego ganado debido a que luego pudo sacar el noveno de manera cómoda.
En la décima entrada vinieron Carl Edwards Jr y Mike Montgomery para acreditarse hold de dos outs y juego salvado de un tercio.
Por el otro lado tanto el abridor como los relevistas indígenas demostraron que son humanos, Corey Kluber permitió cuatro rayitas con dos jonrones incluidos en cuatro episodios. La primera opción de Terry Francona, Andrew Miller, hizo acto de presencia para recibir dos carreras tambén y con un vuelacercas cortesía de David Ross.
Más tarde Cody Allen retiró dos entradas sin inconvenientes y Bryan Shaw fue quien cargó con la derrota en apenas una entrada en la que le fabricaron dos rayitas. Finalmente Trevor Bauer tuvo que subir a la lomita a poner orden y retirar los últimos dos outs.
Todo comenzó con un bambinazo de Dexter Fowler en el primero para que Carlos Santana empatara el partido dos innings más tarde con un sencillo que remolcó a Coco Crisp. Los Cachorros fabricaron cuatro carreras más a punta de batazos en donde estuvo involucrado el venezolano Willson Contreras con una pelota contra la pared del jardín central.
Una vez en el quinto episodio con Lester en la lomita y hombre en tercera y segunda, los Indios anotaron dos más gracias a un wild pitch lo suficientemente violento para que Jason Kipnis se viniera desde segunda en un acto de viveza pura. Pero un ccuadrangular de Ross en la entrada siguiente bajó los animos de los locales porque se colocaban cifras de seis a tres en la pizarra.
A pesar de todo, en el octavo llegó la pesadilla y los fantasmas de las maldiciones empezaban a rondar, ya que, Chapman salió a sacar solo un tercio que le costó tres carreras con un doble remolcador de Guyer y un jonrón de línea por el izquierdo de Davis celebrado euforicamente por el NBA LeBron James.
Luego de la lluvia, el compromiso se fue a extra innings -No pasaba en un juego siete desde la Serie Mundial de 2001- en donde el MVP Ben Zobrist y el criollo Miguel Montero se juntaron para traer dos rayitas más con par de inatrapables por el prado izquierdo. Y a pesar de los esfuerzos de Rajai Davis remolcando una carrera en la baja del décimo inning, no alcanzó para evitar que los Cachorros rompieran el maleficio y celebraran el anillo de campeonato.