Definitivamente, en cuanto a lo deportivo, la Vuelta al Táchira en Bicicleta culminada hace casi dos semanas, terminó siendo todo un éxito, y es que la victoria de Lotería del Táchira en la figura de Jonathan Salinas, en dura pugna hasta el final ante la gente de JHS, fue meritoria por donde se le analice, sin embargo, más allá de lo meramente competitivo, hubo varios hechos indignos que merece la pena recordar.
Y quizá algunos se preguntarán, porque rememorar lo malo, pues soy de los que piensa que siempre que se tenga presente lo negativo, se gana en dos aspectos de suma importancia. En primer lugar, porque queda la tranquilidad personal de no contribuir a la deplorable pérdida de valores que vivimos en nuestro deporte, y en segunda instancia, porque solamente en base a los errores se puede sacar aprendizaje y procurar mejorar de cara al futuro.
1.Viacrusis a Santo Domingo: Hubo innumerables errores de organización y logística del giro andino, pero el primero de ellos que sin duda causó revuelo, fue de la jornada vivida entre Socopó de Barinas y Santo Domingo de Mérida, en la que un gravísimo error por parte de los comisarios deportivos, terminó por afectar el curso de la carrera, pues en un principio se hizo oficial la disputa de 140 kilómetros, sin embargo, un error previo de medición, generó que hasta la plaza de Santo Domingo, los pedalistas tuvieran que recorrer realmente 158 kms. Y para los que saben de ciclismo, 18mil metros de alta montaña es un tramo muy largo, sobre todo cuando el presupuesto físico de los ciclistas estaba pautado para la distancia oficial de 140. Penoso el infortunio la verdad.
2.¨Operativo empujón¨ a casa del Padre: El día más álgido de la carrera se presentó en la octava jornada del giro andino, en el que se vivió la llamada etapa reina hasta Casa del Padre. En esa fracción se disputaron, seguramente, los momentos de más escándalo de toda la Vuelta, luego de que buena parte de los líderes de los equipos de JHS y Lotería del Táchira, entre algunos otros pedalistas, fueran ayudados a escalar el mítico tramo con colaboración de pedalistas juveniles y otros allegados a los elencos tachirenses, quienes de forma sincronizada remolcaron a algunos ciclistas en las instancias de más exigente montaña. Al final, la justicia se hizo presente y miembros de ambos clubes fueron sancionados categóricamente, pero la verdad, que vergüenza que en el siglo que vivimos, relatemos fraudes como estos.
3.Fabián Uquillas y su acabose: Hace algunos meses el señor Fabián Uquillas, presidente del Instituto de Deporte Tachirenses y gerente deportivo de Lotería del Táchira, venía siendo blanco de fuertes críticas por el poco apoyo brindado al club lotero, sin embargo, lo que hizo en el giro andino dejó sorprendido al más perspicaz; luego de que en la misma polémica etapa a Casa del Padre, el dirigente, tras un pinchazo del joven Roniel Campos, uno de los grandes opcionados para para ese momento a ganar el evento, atravesara la camioneta en la que andaba para impedir que el joven yaracuyano fuera atendido a tiempo, truncando sus posibilidades de coronar la fracción y dejándolo sin aspiraciones al título. Para fortuna de la caravana multicolor, Uquillas fue multado con 50 francos suizos y terminó siendo expulsado de la carrera, pero que pena da este señor así como los que aún lo mantienen en sus cargos.
4.No podía faltar un robo a los invitados: Por último, mencionar el robo sufrido por el equipo colombiano HyF, el cual fue despojado de algunos materiales de trabajo en su hotel de concentración, que para colmo, según los mismos protagonistas, no generó ningún tipo de reacción por parte de los miembros de seguridad de la Vuelta y el estado. A la postre, ante el silencio de todos, el elenco cafetero decidió bajarse abandonar la carrera. Y me pregunto, ¿Cómo no hacer que los extranjeros le huyan al país?
Así que, ahí quedan estas cuatro prendas del bochorno, no son las únicas claro está, pero si las más importantes, de las cuales ojalá, aprendamos y trabajemos, cada uno desde nuestros espacios, por un mejor ciclismo para todos.