Entre el sábado y el domingo casi 130.000 venezolanos han cruzado la frontera hacia Colombia para comprar alimentos, artículos de primera necesidad y medicamentos de difícil acceso en su país.
El paso más utilizado por los venezolanos es el que une la ciudad colombiana de Cúcuta con las venezolanas de San Antonio del Táchira y Ureña. Este fue uno de los que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, decidió cerrar el pasado 19 de agosto de 2015 como parte de una campaña contra el contrabando, una medida que después extendió a todos los cruces entre los dos países, que comparten una frontera terrestre de 2.219 kilómetros.
Aceite, harina y azúcar, casi agotados en Colombia
Inicialmente, las autoridades de los dos países habían previsto abrir el domingo este “corredor humanitario” pero la expectación hizo que miles de personas se apostaran en la frontera desde el sábado. Ante esa presencia de venezolanos, las autoridades abrieron el paso por el que cruzaron unas 44.000 personas el sábado. El domingo, fueron 88.684 los ciudadanos que entraron a Colombia, de los cuales 85.584 cruzaron a través de los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.
Sin embargo, la actividad económica que generan los compradores venezolanos no ha sido bien recibida por muchos colombianos, que temen un posible desabastecimiento y especulación con el precio de los productos básicos. Por ejemplo, aceite, azúcar y harina ya escasean en la ciudad de Cúcuta, lo que ha obligado a las autoridades a tomar medidas para acelerar el abastecimiento de productos desde el centro del país así como controles a los precios.
Otros de los productos más codiciados son el arroz, la mantequilla, papel higiénico, jabones y otros artículos de higiene personal.
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