Ante la posibilidad de sustituir, gradualmente, el modelo tradicional de pasaje estudiantil a escala nacional por la implementación de un sistema biométrico de captahuellas en camionetas y autobuses que prestan servicio de transporte público y que regiría en 2017, tanto estudiantes como transportistas, consideraron “inviable” la implementación de dicha medida.
“No se trata de desplazar los otros esquemas de pago de pasaje estudiantil, sino de integrar y avanzar en conjunto, para garantizar las mejoras en cuanto al método de pago de pasaje de los estudiantes”, dijo el ministro de Transporte y Obras Públicas, Ricardo Molina, durante una reunión sostenida el 4 de noviembre con más de 300 representantes del transporte público.
Sin embargo, el presidente de la Federación Nacional de Transporte (Fedetransporte), Erick Zuleta, le comentó a El Universal que esa decisión fue tomada, “al igual que las anteriores”, de forma unilateral por el ministro Molina y que ni el sector transporte ni el grueso universitario fue convocado para esa reunión, sino que solamente asistió gente del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela).
“La lista de quienes asistieron a esa asamblea estaba conformada por mototaxistas, cooperativas de taxis, federaciones autocreadas y autoproclamadas de transporte. ¿Cómo van a aprobar los taxistas y los motorizados un problema del pasaje estudiantil, un problema que es de los autobuseros y de los buseteros?”, cuestionó.
Lo que sí dejó entrever Zuleta es que las captahuellas las terminarían costeando los transportistas cuyo valor estimó en un millón de bolívares, un monto cinco veces superior al de las máquinas que registran el pago del pasaje estudiantil a través de la tarjeta inteligente (TI) en algunos estados del país, aunque se opuso, de manera rotunda, a la implementación de esta nueva modalidad.
A fin de conocer la apreciación del sistema biométrico de captahuellas como alternativa al Boleto Directo Personalizado (BDP) o ticket estudiantil, el equipo de El Universal caminó el viernes por las calles de Caracas para entrevistar a camioneteros y estudiantes.
Según el chofer José Vielma, quien pertenece a la Asociación Civil San José – El Silencio, es poco probable que dicho sistema se implemente porque además de lo “costoso” que resultaría aunado a la inseguridad que vive la capital, terminaría siendo “lento y engorroso” tomando en cuenta la vasta población estudiantil que circula, por ejemplo, por la avenida Baralt.
Daniel Olivares, conductor avance de la ruta Chacaíto – Baruta – El Hatillo, hizo una analogía entre el tiempo que se tardan las máquinas captahuellas de los supermercados, que a veces no reconocen las huellas, y las que se demorarían en el transporte público. A su juicio, esto representa “un retraso”.
Por su parte, María González, estudiante de ingeniería de la Universidad Central de Venezuela (UCV) argumentó, desde el campus universitario de la referida casa de estudios, que en lugar de usar captahuellas, se debería extender el uso de la TI. Mencionó que cuando vivió en San Cristóbal, su ciudad natal, “solamente pagaba 10 bolívares mensuales por 100 viajes” y no tuvo problemas con ese servicio.
Asimismo, Génesis Zamora, estudiante de Comunicación Social de la Universidad Católica Santa Rosa (Ucsar), expresó que si antes “teniendo la tarjeta inteligente del pasaje estudiantil el traslado era engorroso, ahora con un sistema de captahuellas será peor”.
Zamora, quien de lunes a viernes se traslada desde el estado Miranda, hacia su casa de estudios ubicada en Los Mecedores, Caracas, afirmó que, aunque los colectores de la ruta interurbana Caracas-San Antonio tienen implementado el sistema de TI, “solo permiten abordar a cinco estudiantes por unidad”. Dijo también que ahora debe pagar 300 bolívares diarios para llegar a la capital debido a que los centros para recargar dicha tarjeta se encuentran cerrados.
Exigencias del sector transporte
Lo que está ocasionando el problema del pasaje estudiantil en la actualidad, dijo Zuleta, es que el ministro Molina quiera eliminar los tickets y las tarjetas inteligentes “violando el Decreto Presidencial 520”, sin consultar con las partes involucradas, en este caso, estudiantes y transportistas.
El ministro aseguró que no se había eliminado el pasaje estudiantil, sin embargo, el presidente de Fedetransporte indicó que las sedes de la Fundación Fondo Nacional de Transporte Urbano (Fontur) no estaban vendiendo tickets ni recargando tarjetas inteligentes.
Ante esta situación, los representantes de los cinco bloques de transportistas de Caracas, junto a cámaras de transportistas a escala nacional y el presidente de la Federación de Centros Universitarios (FCU) de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Hasler Iglesias, se reunieron martes y miércoles en la sede de Fedetransporte para discutir la situación actual del pasaje estudiantil.
Al no obtener respuesta en relación con el reinicio de venta de boletos estudiantiles ni las tarjetas, Zuleta indicó que este lunes los transportistas tomarán, de manera pacífica, las sedes de Fontur ubicadas en todo el país. Información, que, a su juicio, fue apoyada por diferentes sindicatos de transporte a nivel nacional.
Con respecto al pago del subsidio por el pasaje preferencial estudiantil que hizo el ministro Molina de 922 millones de bolívares a 211 líneas de transporte en el Distrito Capital, Vargas y Miranda, Zuleta expresó que la cifra “está incompleta” y que debe homologarla a la tarifa urbana vigente.
Asimismo, indicó que la suma cancelada por Molina corresponde al retroactivo que le adeuda al sector desde hace 11 meses, por lo que aseguró que aún debe cuatro meses de subsidio de agosto, septiembre, octubre y noviembre de este año.
En cuando a la decisión de exonerar el 100% del pasaje estudiantil en el estado Mérida, Zuleta mencionó que ahora “todos los días secuestran unidades de transporte” porque los transportistas no le hicieron caso a la medida acordada por Benjamín Lara, representante sindical del sector en dicha entidad regional.
“¿Quién va a cargar estudiantes de gratis? Eso es declarar la quiebra del sector. En Mérida es peor teniendo en cuenta que un 80 o 90% de su población es estudiantil”, advirtió Zuleta, al tiempo que desmintió que en otros estados como Portuguesa, Guárico o Falcón se haya tomado una medida similar.
De acuerdo con el Programa Nacional de Subsidio al Pasaje Preferencial Estudiantil publicado en la página web de Fontur los estudiantes, dependiendo del estado del país donde residan, pueden pagar su pasaje preferencial a través del Boleto Directo Personalizado o la tarjeta inteligente. Esto es lo que se conoce como subsidio directo, pues el Estado les cancela a los transportistas, el diferencial existente por la tarifa del pasaje mínimo.
La tarjeta inteligente ha sido implementada, de forma gradual, en 14 estados del país entre los que se encuentran Táchira, Mérida, Portuguesa, Lara, Falcón, Yaracuy, Miranda, parte de Aragua, Nueva Esparta y Sucre; mientras el Boleto Directo Personalizado funciona en el Distrito Capital, Trujillo, Bolívar, Anzoátegui, Vargas, Carabobo, entre otros.
El subsidio indirecto, en cambio, indica que el estudiante podrá pagar, en efectivo, la cantidad equivalente al 30% de la tarifa urbana de pasaje vigente y un 40% en la suburbana, mientras los transportistas “se comprometen a aceptar en sus unidades a todos los estudiantes posibles, los 365 días del año, las 24 horas del día. El Estado, a su vez, le paga una cantidad fija mensual a los transportistas según la capacidad de puestos que posea su vehículo.
Situación actual del pasaje estudiantil en Caracas y adyacencias
Luego del recorrido que realizó El Universal el viernes por Antímano, Catia, San Martín, la avenida Baralt, la avenida Urdaneta, el terminal Río Tuy, El Silencio, Chacaíto y Parque Miranda, se pudo constatar que los camioneteros en su mayoría, aceptan, con el carnet en mano por parte del estudiante, los 20 bolívares como forma de pago correspondientes al porcentaje establecido en las rutas urbanas o, en su defecto, el boleto estudiantil.
Esto depende, a su vez, del tipo de rutas, pues desde Chacaíto hacia Baruta los estudiantes deben cancelar 25 bolívares o el ticket si se trata de una ruta urbana, pero en caso de dirigirse al municipio El Hatillo de Miranda, deben pagar 100 bolívares de no poseer un ticket estudiantil.
Blanca Guerrero, representante de dos niños de educación básica, argumentó, a bordo de una unidad de transporte con destino a Los Mecedores, que debe pagar el 30% de pasaje normal por cada estudiante, pues “desde hace meses” dejó de aparecer el ticket estudiantil que le costaba 3 bolívares.
Estudiantes universitarios, liceístas, escolares y aprendices Inces (Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista) coincidieron en que actualmente se dirigen a sus centros de estudio pagando los 20 bolívares que recogen, muchas veces a regañadientes, los colectores de las unidades de transporte.
José Sanabria, chofer que cubre la ruta El Silencio – El Cementerio, indicó que solamente reciben, por parte del Estado, un subsidio “con retraso” que equivale aproximadamente a 1.250 bolívares mensuales, independientemente del límite de estudiantes que suban a la unidad de transporte, monto que incluye, además, a las personas de la tercera edad, quienes tienen el pago exonerado de este servicio.
El panorama luce desalentador para los estudiantes que se trasladan, por ejemplo, desde Parque Miranda, en Caracas, hacia Guarenas, pues solo permiten un estudiante por unidad de transporte, quien presentando su carnet paga la mitad del pasaje total, es decir, 150 bolívares, de acuerdo con José Ángel Salas, usuario de dicha ruta.
Una alternativa poco favorable, según Salas, es esperar a las unidades del Sistema Integral de Transporte Superficial S.A. (Sitssa) que cubren la mencionada ruta, pues, aunque cobran 25 bolívares por estudiante, “demoran una eternidad en llegar”.