¿Quién no quiere ser autosuficiente? Es un impulso natural buscar ser lo menos dependiente posible de otros para las necesidades básicas.
Y ese sentimiento que se da en las personas, también se refleja muchas veces en los países.
Sin embargo, aquí se atraviesa con uno de los conceptos básicos de la economía tradicional: la idea de que los países pueden obtener ventajas si comercializan entre ellos, centrándose en lo que mejor hacen, en vez de intentar producirlo todo.
La verdad, según especialistas, es que ninguna de las dos posiciones tiene que llevarse a su posición más extrema. Muchos países pueden buscar tener elementos de autosuficiencia y a la vez obtener de otros algunas de sus necesidades más básicas.

Por lo que algunas de las naciones más “autosuficientes” son a la vez grandes comerciantes.

Autosuficiente y comerciante

Estados Unidos aparece como un buen ejemplo de esta equilibrada posición. Es tal vez la nación más cercanamente identificada con el libre comercio y, a la vez, importa toda clase de bienes y servicios.
Sin embargo, los expertos la pondrían muy cerca del tope de las naciones que podrían, en un momento dado, sobrevivir sin comercio externo.

“En cuanto a sus necesidades de energía, Estados Unidos es bastante autosuficiente, ya que tiene abundancia de hidrocarburos junto con una enorme capacidad de refinación”, asegura a BBC Mundo Gal Luft, codirector del Instituto de Análisis para la Seguridad Global, un centro de investigación con sede en la capital estadounidense.
“Es de las pocas economías que podrían eventualmente acercarse a la autosuficiencia en este campo, si así lo quisiera”, agrega.

¿Y en caso de emergencia? Estados Unidos mantiene una llamada Reserva Estratégica de petróleo, es decir, grandes cantidades de crudo almacenadas en el país para atender una circunstancia en la que las importaciones puedan no estar disponibles.
“Pero hay que recordar lo que pasó durante el huracán Katrina, en 2005”, destaca el experto. En esa oportunidad el suministro petrolero del país se vio afectado.

“Estados Unidos en ese incidente ni siquiera pudo usar su reserva estratégica y terminó teniendo que importar petróleo”, le asegura Luft a BBC Mundo, insistiendo que, en su opinión, estos mecanismos apenas aspiran a garantizar la autosuficiencia por unas semanas, a lo sumo.

Noruega es otro de los ejemplos enumerados por Luft al mencionar las naciones que podrían aproximarse fácilmente a la autosuficiencia energética. Pero, en su opinión, tampoco les interesaría.
“¿Qué ganan con ser autosuficientes y cerrarse al resto del mundo?”, pregunta Luft.

Seguridad alimentaria

Otra medida de autosuficiencia es la capacidad de producir su propia comida.
Oponiéndose a los que aseguran que el libre comercio es siempre la manera más eficiente de manejar las necesidades de comida de los países, otros esgrimen argumentos como el de la seguridad alimentaria para pedir que se conserve una capacidad interna de producción de alimentos.

Nuevamente, hay expertos que piensan que los dos conceptos no son irreconciliables. Y aseguran que las naciones más autosuficientes son a la vez grandes importadores de comida.

“Muchas veces la idea de la autosuficiencia alimentaria es calificada por sus críticos como una posición extrema, ineficiente e incluso peligrosa”, le dice a BBC Mundo Jeniffer Clapp, experta en seguridad alimentaria y sustentabilidad en la Universidad de Waterloo en Canada, refiriéndose a la situación en que un país cierra completamente sus fronteras y se rehusa a participar en cualquier transacción comercial, buscando producir la totalidad de su comida.

Pero otra manera de entender la autosuficiencia, asegura la catedrática, es cuando un país busca producir parte de su comida a un nivel equivalente a 100% o más de sus necesidades de consumo.

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