El 2018 empezó en Venezuela con una profunda escasez y unos precios descomunales en los abastos y supermercados.
Las causas de escasez una lista que incluye productos como la carne, la leche y los medicamentos, varían. La intermitencia en la entrega de divisas en el marco del control de cambio, el contrabando y la nula producción nacional es una de ellas. El faltante se produce, además, en un escenario de recesión económica, con una inflación de más de 2.700 % y una producción de petróleo en picada.
La atmósfera que se respira en los supermercados y negocios es de tensión, ya sea en las largas filas o cuando se está a la expectativa de la apertura de cajas con bienes escasos y las multitudes de compradores se apuran y empujan para poder obtener alguno de los artículos. Los de higiene personal son ahora un verdadero lujo que imposiblemente puede cubrir el salario de 797.510 bolívares.
En el Metro de Caracas, los propios ciudadanos se quejan del aseo de sus compañeros de viajes. Algunos murmuran que es muy difícil mantener una correcta higiene. No es para menos. En un recorrido hecho por El Cooperante en distintos locales, hay productos de aseo personal, pero la mayoría sobrepasa los 400 mil bolívares, incluso, algunos pasan el millón de bolívares.
En una famosa cadena de farmacias, un champú para damas tiene un precio mínimo de 598 mil bolívares en envase pequeño de origen brasilero. Las marcas reconocidas estadounidenses hace mucho dejaron de verse en los anaqueles, aunque sí se pueden conseguir pues son vendidos a traves de las redes sociales por aquellas personas que los importan.
Los jabones tienen un precio entre 200 y 500 mil bolívares, dependiendo del tipo y la marca. La pasta dental es un problema. En los abastecimientos hay una hecha en Turquía, imitación de la Colgate. Algunos venezolanos consiguen ésta a un precio regulado luego de largas colas, el precio es 14 mil bolívares o 49 mil bolívares, pero en el comercio informal, los llamados “bachaqueros”, la venden en 150 mil bolívares.
De igual modo, las cremas corporales, dependiendo también de la marca, tienen un valor de más de 400 mil bolívares. Los desodorantes, tanto hombre como mujer, tienen un precio desde 90 mil bolívares.
Los perfumes son otro dolor de cabeza. Uno original, de hombre o mujer, cuesta al menos 7 millones de bolívares. Los llamados “copias”, se consiguen desde los 600 al millón de bolívares. Los perfumes preparados van desde los 40o mil al 1.300.000 bolívares.
En el caso de las mujeres, un país reconocido por tener a las más bellas, es toda una odisea estar ahora presentable. Desde los tintes hasta el maquillaje es un reto. Las pinturas de uñas son vendidas en 200 mil bolívares, una acetona en 103 mil bolívares; los tintes para el cabello entre 180 y 500 mil bolívares. En el caso del maquillaje, un compacto cuesta más de 1 millón de bolívares, al igual que una base o un corrector de ojeras. Y es que en total, una persona para estar aseado necesita por lo menos, mínimo, 10 millones de bolívares.