La situación hoy de la industria petrolera venezolana es precaria y tiende a agravarse en el corto plazo.Sus enormes reservas son en su inmensa mayoría de crudos extrapesados y ácidos, los de menor valor comercial en el planeta pero con muy altos costos de producción y comercialización.
Por David Morán Bohórquez
Pdvsa, la operadora estatal, es hoy un inmenso conglomerado de empresas ineficientes, burocratizadas y corruptas, con actividades que van de la petrolera, la inmobiliaria, la agricultura hasta la comercialización de alimentos.
En el área petrolera propiamente dicha, Pdvsa presenta una brutal caída en su producción propia, de millón y medio de barriles en los úlitmos diez años. El Lago de Maracaibo apenas produce y el crimen ecológico es de proporciones mundiales.
Las refinerías, las plantas de distribución, oleoductos y poliductos presentan graves problemas de operación y mantenimiento. Su gerencia profesional fue desmantelada, sustutuída por camaradas que a nadie rindieron cuentas. Sus centros de investigación fueron clausurados. Hoy está tan endeudada, que incluso no puede pagar sus deudas comerciales, mientras enfrenta varios juicios internacionales por confiscación de activos de ex socios y contratistas.
Lo mucho o poco que hoy produce Venezuela, no se debe al esfuerzo propio de Pdvsa, sino al de las empresas extranjeras que son socias, principalmente en la Faja del Orinoco y sus mejoradores, inversiones hoy demostradamente imposibles en la “revolución” depredadora. Fueron 6 los planes “revolucionarios” para aumentar la producción nacional y todos fracasaron.
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