Cuando de comida rápida se trata, la pasta es la mejor opción y acompañada de los mejores ingredientes no habría qué pensarlo mucho, porque se tomó la mejor decisión. Así que si necesitas alguna idea la recomendación del día son unos Macarrones de atún gratinados.
Es un plato fácil de hacer, solo es necesario ponerle un poco de cariño para que quede el doble de delicioso y ¡listo! Conoce cómo prepararlos…
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Los Macarrones de atún gratinados son fáciles y deliciosos, solo necesitas:
Ingredientes
- 400g de macarrones
- 200ml de leche
- 1/2 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 1/2 pimiento verde
- 400g de salsa de tomate
- 400g de atún en lata
- 200g de queso
- Orégano
- Aceite
Preparación
- Cocina los macarrones. Pon a hervir en una olla, abuntante agua. Cuando esté hirviendo, añade un puñadito de sal y después los macarrones. Es mejor no añadir aceite para que no se peguen ya que, evitaría que se liguen con la salsa después. Para evitar que se peguen, removemos de vez en cuando los macarrones con una cuchara, sobre todo los 2 o 3 primeros minutos de la cocción.
- Mientras se cuecen prepara la salsa. En una sartén grande, pon a calentar a fuego muy suave un chorrito de aceite. Después añade la cebolla, los dientes de ajo y el pimiento bien picados. Cocina removiendo de vez en cuando durante 5 minutos.
- Pasado el tiempo, cuando la verdura esté algo blanda, añade el atún sin el aceite que viene en su lata, la salsa de tomate y la leche. La leche le va a dar un toque de cremosidad muy bueno. Deja cocinar a fuego medio 5 minutos más.
- Cuando la pasta esté al dente, y la salsa se haya cocinado un poco, escurre los macarrones del agua y después los agregas sobre la salsa. Con la ayuda de una cuchara, los remueve e impregna bien con la salsa y deja cocinar juntos un par de minutos.
- Finalmente colócalos en un molde. O en raciones individuales, sobre platos si es que aguantan bien el calor. Los espolvoreamos con un poco de orégano seco y queso a tu gusto. Y después los metemos al grill del horno a 200ºC, durante 3 o 4 minutos. El suficiente para que el queso gratine o se derrita.
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