Cuando aún muchos no se han recuperado del shock que supuso la asombrosa transformación de Zellweger hace apenas dos semanas, ahora la actriz vuelve a ser noticia.

Inmersa en una profunda época de cambios, como ella misma aseguró días después del vendaval que generó sus nuevas facciones, Renée continúa con su cruzada por cambiar algunos aspectos de su vida con lo que no está del todo satisfecha. Tras más de diez días defendiendo el uso de la cirugía estética y con un rostro que poco tiene que ver con aquella Bridget Jones que encandiló a medio mundo, Renée quiere más.

No contenta con convertirse en uno de los personajes del año, la actriz quiere desprenderse de una de sus mansiones. Situada al este de Los Hamptons, donde la élite de Estados Unidos pasa parte de sus vacaciones, la vivienda se ha puesto en venta por 3,6 millones de euros, una cifra muy superior a la que desembolsó la intérprete por su compra en 2003.

Cuando aún muchos no se han recuperado del shock que supuso la asombrosa transformación de Zellweger hace apenas dos semanas, ahora la actriz vuelve a ser noticia.

Inmersa en una profunda época de cambios, como ella misma aseguró días después del vendaval que generó sus nuevas facciones, Renée continúa con su cruzada por cambiar algunos aspectos de su vida con lo que no está del todo satisfecha. Tras más de diez días defendiendo el uso de la cirugía estética y con un rostro que poco tiene que ver con aquella Bridget Jones que encandiló a medio mundo, Renée quiere más.

No contenta con convertirse en uno de los personajes del año, la actriz quiere desprenderse de una de sus mansiones. Situada al este de Los Hamptons, donde la élite de Estados Unidos pasa parte de sus vacaciones, la vivienda se ha puesto en venta por 3,6 millones de euros, una cifra muy superior a la que desembolsó la intérprete por su compra en 2003.

EL CONFIDENCIAL

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