Luis Almagro (Uruguay, 1963) está a punto de cumplir un año como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). En este tiempo, su objetivo ha sido dar un impulso a una institución que había perdido peso en el continente. La clave para Almagro, exministro de Exteriores de Uruguay, pasa por una profundización democrática. Solo así, asegura, se podrán combatir males de la región como la violencia, la desigualdad y la corrupción.
P. Ha criticado la actuación del Gobierno de Venezuela contra la Ley de Amnistía aprobada en el Parlamento, pero declarada anticonstitucional. ¿Qué espera que pase en Venezuela?
R. Lo que querríamos es que en Venezuela no hubiera presos políticos, que se tomaran acciones por parte de los tres poderes del Estado para acabar con esta situación. Esperamos que haya un diálogo institucional más fluido para lograr resultados concretos, especialmente por la difícil situación de desabastecimiento que tiene el país. A esto debemos aspirar todos. Los primeros, los venezolanos.
P. ¿Qué puede hacer la OEA?
R. Dar una opinión muy clara sobre el funcionamiento del sistema y procurar un diálogo entre las partes. No mantenemos una neutralidad sobre la situación. No es posible la neutralidad moral cuando hay presos políticos y la democracia no está funcionando.
P. El Gobierno de Maduro no parece dispuesto a ceder…
R. La historia de nuestro continente está plagada de casos peores. En el Cono Sur se han superado dictaduras ignominiosas y violaciones de derechos humanos y eso ha cambiado. Pero cambia con la voz y la actitud responsable de la comunidad internacional.
P. ¿Y el pueblo venezolano?
R. El pueblo venezolano debe ser el primero que debe ser respetado. Debe encontrar los caminos adecuados para expresarse y que su expresión sea respetada. Que los derechos esenciales, de salud, alimentación, de orden público… se respeten.
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EL PAÍS DE ESPAÑA