El acuerdo para un tercer plan de ayuda financiera a Grecia alcanzado entre Atenas y los acreedores garantiza una “financiación de unos 85.000 millones de euros” en tres años, informó el Gobierno griego en un comunicado.

Esta suma, concedida a cambio de un plan de reformas y ajustes presupuestarios, permitirá “los reembolsos de créditos y retrasos de pagos del Estado”, según el comunicado.

En Bruselas, una portavoz de la Comisión Europea anunciaba que se había llegado a un acuerdo “técnico de principio”, pero que las conversaciones continuaban sobre algunos detalles.

“Lo que tenemos en este momento es un acuerdo a nivel técnico. Por ahora, no tenemos acuerdo a nivel político y es lo que necesitamos”, declaró Annika Breidthardt.

El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, “estuvo en estrecho contacto con los equipos sobre el terreno y se entrevistó por teléfono ayer (lunes) con el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y el primer ministro griego Alexis Tsipras”, afirmó la portavoz.

Este martes, Juncker también hablará con la canciller alemana, Angela Merkel; y el presidente francés, François Hollande, añadió.

Poco antes, fuentes del Ejecutivo griego anunciaban que habían logrado un acuerdo con sus acreedores para recibir un tercer plan de asistencia financiera de al menos 82.000 millones de euros, aunque todavía quedaban por solventar algunos “detalles”.

El ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, indicó al salir del hotel Hilton, donde se efectuaron las negociaciones con los acreedores, que estaban “muy cerca” de un acuerdo y que “quedan por solucionar sólo uno o dos detalles sobre las medidas preliminares” que aplicar del lado griego.

Dichos detalles “no afectan el espíritu general del acuerdo”, indicó otra fuente del Gobierno heleno a la AFP. Desde hace más de dos semanas, el Gobierno griego negociaba en
Atenas las condiciones de este plan de rescate con sus acreedores, la Unión Europea, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y el Mecanismo Europeo de Estabilidad.

El Ejecutivo griego parece tener prisa por concluir las negociaciones, en curso desde la llegada al poder de la coalición izquierdista Syriza, el pasado enero.

Según la agencia griega ANA, el primer ministro Alexis Tsipras se lanzó el lunes por la noche en una maratón de llamadas, a Merkel, a Hollande, a Juncker; y al presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz, con el objetivo de confirmar “la voluntad general de un acuerdo”, según ANA.

– Objetivos fiscales comedidos –

Según el diario Kathimerini, para cerrar el acuerdo Grecia ha tenido que aceptar la adopción inmediata de 35 reformas.

Éstas van desde un aumento de las tasas por tonelada aplicadas a las compañías de transporte marítimo hasta la reducción del precio de los medicamentos genéricos, pasando por un reforzamiento de la lucha contra la delincuencia financiera o la desregulación del sector energético.

Según el portal web de información in.gr, una vez cerrados los detalles pendientes, el Gobierno de Alexis Tsipras quiere someter el acuerdo al Parlamento, a ser posible este mismo martes, para que haya una votación el jueves.

En ese caso, el Eurogrupo (los ministros de Finanzas de la eurozona) podrían validar el acuerdo el viernes. El calendario sería ideal para que Grecia empiece a recibir dinero antes del 20 de agosto, fecha en la que debe abonar al BCE un pago de 3.400 millones de euros.

Durante la noche se anunció un acuerdo sobre los objetivos fiscales de Grecia de aquí a 2018, uno de los puntos principales de la negociación. En virtud de los acordado, Grecia tendrá en 2015 un objetivo de déficit primario (excluyendo los intereses de la deuda) del 0,25% del PIB, según la agencia semiestatal ANA.

A partir de ahí, el objetivo es tener un excedente primario de 0,5% del PIB en 2016, 1,75% en 2017 y 3,5% en 2018. Los negociadores moderaron sus exigencias en este punto, tomando en cuenta la ralentización económica del país desde la llegada al poder en enero del gobierno de izquierda radical Syriza.

En junio, lo que se pedía eran unos objetivos de excedente fiscal primario de 1% este año, 2% en 2016, 3% en 2017 y 3,5% en 2018. La economía del país se está viendo además dañada por el control de capitales instaurado desde finales de junio, para evitar una retirada masiva de dinero de los bancos.

Para hacer digerir a la opinión pública ciertas medidas sociales difíciles, Tsipras quiso dar ejemplo el lunes anunciando, fuera del acuerdo, una mayor imposición a los diputados y una reducción del sueldo de los ministros.

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