Esta vez el racismo se ha dejado notar en Carolina del Norte. La policía está echando del recinto a un joven negro que estaba protestando, cuando le asestan un puñetazo en la cara. Y como era de esperar, Trump no se queda callado: “Sacarle de aquí, vamos a divertirnos mucho esta noche. Nuestra policía es genial”. La policía se llevó detenido al manifestante. Pero no hizo lo mismo con el agresor.
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