El Departamento de Estado de la administración de Barack Obama maniobró para ayudar a la estabilización del régimen de Nicolás Maduro, bloqueando sanciones contra líderes chavistas involucrados en el narcotráfico y promoviendo un desafortunado proceso de diálogo que terminó debilitando a la oposición venezolana, dijo el ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Roger Noriega.
Esta fue una estrategia aplicada desde el Departamento de Estado que incluso era cuestionada dentro de la propia administración, particularmente en su insistencia de empujar a la oposición venezolana a sentarse en una mesa de diálogo con el régimen, propuesta que involucraba suspender sus esfuerzos por destituir a Maduro.
En declaraciones al diario británico The Guardian, el principal asesor de seguridad sobre América Latina del presidente Obama, Mark Feierstein, dijo que varias agencias estadounidenses habían intentado meses atrás aplicar sanciones contra El Aissami bajo sospecha de que era una de las principales fuerzas detrás del narcotráfico en Venezuela.