Guillermo Enrique Morales Portillo, mejor conocido como “Memo” Morales nació en Maracaibo, estado Zulia, el 6 de abril de 1937 en una familia de gaiteros.
Desde pequeño se vinculó con el mundo artístico y se presentó en diferentes espacios televisivos hasta convertirse en la voz prodigio de la época.
Oficialmente, Morales, inició su aventura musical en 1953 como una sección vocal de la orquesta Garrido y sus Solistas, seguidamente se unió a:
• 1954 – 1958, Juanito Arteta y su orquesta (Caracas).
• 1958, Carlos Torres.
• 1959 – 1960, orquesta de Luis Alfonso Larraín.
• 1961 – 1964, Los Hermanos Salanis.
• 1964 – 1976, Billo’s Caracas Boys.
Su consagración musical llegó sin duda junto a Billo Frómeta en la popular banda que conquistó a todo el país con títulos como Ni Se Compra, Ni Se Vende; Se Necesitan Dos; Rumores; Parece Mentira; Dámele Betún; Juanita Bonita; Qué Tienes Tú; La Rubia y la Trigueña.
En 1976, el interprete, decide tomar una exitosa gira de conciertos como solista por EEUU. Cinco años más tardes fundó con Luisín Landaez la orquesta La Nuestra y en 1984 salta a los escenarios con Cheo García y La Gran Orquesta de Cheo y Memo que se mantuvo un década hasta la partida física de su compañero.
Jamás lejos de los escenarios, decidió fundar junto a sus hijos la Organización Musical Memo Morales para seguir sembrando la música en el ADN de Venezuela.
En abril pasado recibió de manos del alcalde de Houston, Sylvester Turner, el reconocimiento de ciudadano honorífico y embajador de buena voluntad de la ciudad por su valiosa contribución musical a la humanidad.
Hasta la primera madrugada de este domingo estuvo en los escenarios robando sonrisas, enamorando corazones y aflorando sentimientos.