Esto lo escribí por septiembre de 2015, cuando mucha gente cargaba con la pesadumbre que disparaba el aparato de propaganda nazi: “El 6-D habrá elecciones contra viento y marea. Llueva, truene o relampaguee. A pesar de que los futuros derrotados cavilan, calculan y maquinan. De allí que sus inventos diarios hagan pensar a mucha gente que la camarilla que ostenta el poder pudiera tirar la parada de suspender las elecciones. No es una idea traída por los cabellos, pero creo que hay suficientes razones para pensar que es una idea equivocada.” A este párrafo, cambien donde dice elecciones por revocatorio, porque hoy pienso igual.
Nuevamente, cuando los veo apertrechados en su terror tras las triquiñuelas procedimentales de las féminas del CNE para tratar de estirar unos lapsos que no dan para más, me convenzo más todavía de que tendremos referéndum este año. Y si alguna duda se sostiene aun en mis ideas sobre ese panorama, cuando veo el burladero tras el cual intentan esconder su terror a dejar el ¿poder? que son las ridículas amenazas de Jorge Rodríguez, esa duda se derrumba. Ya vimos que ni con la prestidigitación pudieron evitar la recolección y validación, inventadas e inconstitucionales, del uno por ciento, también inconstitucional, por cierto.
Seguirán resbalándose sobre sus mentiras, repitiendo que la AN fracasó en sacar a Maduro del gobierno en seis meses, mientras el revocatorio se acerca inexorablemente. Seguirán ensayando con motores, máquinas, artefactos y otros artilugios, tratando de hacer ver que intentan hacer algo para aliviar el hambre y la miseria que es legado del difunto eterno, mientras los días siguen pasando y los lapsos del procedimiento extinguiéndose. Y llegará el revocatorio.
Probablemente alguna gente asuma que se trata de una posición candorosa, frente a la opción del castrismo de ordenar que se complete la ruptura del maltrecho y pisoteado orden constitucional. Sépase que para eso es tarde ya y solo catalizaría el devenir hacia la desaparición de la plaga que azota a Venezuela. No por arte de magia, sino por la fuerza que dentro de la camarilla que ostenta el poder poseen aquellos que no tienen nada que temer, entre otras cosas.
Ellos están claros en que solo les queda una forma de impedir que el revocatorio se haga este año, y no es otra que la renuncia de Maduro. Lo cual nos hace dudar sobre la congruencia del título de este artículo, porque así no tendríamos referéndum, pero alcanzaríamos rápidamente el llegadero de todo este vía crucis, que es una elección presidencial. En realidad, por tanto, lo único cierto es que habrá elecciones presidenciales, sin ninguna duda.
Pero no va a ser la inercia la que logre ese propósito. La MUD debe continuar el excelente trabajo de conducción unitaria en la apreciable y necesaria diversidad de los grupos y partidos políticos allí reunidos. Debe continuar velando porque las jugarretas tramposas de Rodríguez y sus empleadas, no hagan mella en el ánimo de una población que puede perder la paciencia ante tanta burla criminal, frente a un drama de muerte, enfermedad y carestía derivadas de la incompetencia del atajo de ineptos que han dejado que el desabastecimiento de productos básicos y medicamentos, la inseguridad y la ruina de los servicios públicos sean la marca de la realidad venezolana de hoy. Debemos practicar el principio del dominó según el cual mano segura no se tranca.
¿Habrá revocatorio? No sé. Es muy probable. Lo que sí es cierto es que vamos a tener elecciones presidenciales. No tengan la menor duda.
Va de suyo que hablo de aquí y de ahora.
@Francisco_Paz_Y