Si algo me convence de que el fraude constituyente no llegará más allá de ser un malo y triste recuerdo, es el tono amenazante con el que la campaña que han puesto en marcha desde el mismo 1º de mayo en el cada vez más abusivo, invadente e ineficiente aparato propagandístico de la dictadura, trata de autoconvencerse de que “la constituyente va”. Es muy claro que el centro de la campaña es la confesión de la duda que sus gestores tienen sobre su procedencia, porque la evidente ilicitud de la propuesta es indisimulable, hasta para los mejores imitadores de Joseph Goebbels que la historia ha conocido.

Y no se trata sencillamente de que esté convencido de que el acto de fuerza que envuelve dicha propuesta no se vaya a materializar en la práctica. Pudiera equivocarme. Mas, son los proponentes, con su conducta, quienes parecieran empeñarse en poner en evidencia la marca genética fraudulenta de su apuesta. Puede ser que termine pagándole a mi gran amigo Eduardo el almuerzo que apostamos, si se llega a elegir el saco de gatos que, vista la campaña, estará integrada por lo más granado de la reserva moral del castromadurismo. Apostar un almuerzo a que la cosa esa fraudulenta no va, pareciera la banalización extrema de un asunto que tiene apariencia de crucial, pero es que aun si pago el almuerzo debido a lo que ocurra aparentemente si se llega a dar la elección y las bayonetas llegaren a instalar el mamotreto, la constituyente no va.

La fraudulenta constituyente no va, porque además de ser una propuesta insincera, su marca de fábrica es la inexistencia jurídica. No pasará de ser un intento o, a lo sumo, un acto de fuerza sin masa política que la respalde y de total nulidad jurídica. Pero, además, y es lo que más debe destacarse, no va a tener ningún efecto si llegare a materializarse, porque tal como lo prevé la propia Constitución, en su artículo 138, toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos.

No solo la campañita revela que el mamotreto inconstitucional está mortalmente herido desde su concepción, como lo confiesa el coro de la pachanga pegajosa que no logra en la población venezolana otra cosa que erigirse en una afrenta a la memoria de quienes han ofrendado sus vidas en esta lucha por recuperar la independencia y la democracia en Venezuela. Lo destapa también la ensayada seriedad del locutor de la dictadura que lee solamente el artículo 348 de la Constitución, aparentando que el propio, el que no puede dejarse de lado porque es la clave de todo esto, no existe. Ni de vaina se les ocurre leer esto, que tratan desesperadamente de esconder, haciendo escandalosa su omisión, que dice el artículo 347: “El pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una asamblea nacional constituyente…”. Solo el pueblo puede convocar una asamblea nacional constituyente. Otra cosa es usurpación.

Y tratándose de la usurpación de la suprema autoridad, que es la del poder constituyente, en caso de instalarse el mamotreto convocado por la usurpación de la dictadura, el desprecio de quienes nos empeñamos en cumplir con el deber de colaborar con restablecer la vigencia de la Constitución va a ser también supremo. Y suprema será su ineficacia.

El mamotreto no va, en consecuencia. No es más que una bravuconada de la dictadura y es por eso que pienso, como escribí antes, que es una propuesta insincera. Aun así, tengo que confesar que es la única señal clara que ha dado el gobierno de querer una negociación. Ha podido ser más visible, pero empeñados como están en no dejar ver la debilidad en que se encuentran, procuran un lenguaje críptico que les debe hacer pensar que les permite esconder lo que está a la vista de todos. Ojalá que del lado de los demócratas alguien haya ensayado explorar esa interpretación. Tengo la impresión de que la iniciativa empujada afanosamente por el Dr. Pedro Nikken pudiera estar cerca de esta perspectiva. Creo que, además de agradecerla, merece todo el apoyo que pueda dársele.

En fin, mañana parece un buen día para acabar con la farsa y salvarse del 16J. Tienen una vía: retiren el mamotreto y respeten la Constitución, porque el fraude constituyente no va.

Y bueno, si no es mañana, tienen hasta el 30. Nosotros no tenemos plazo para cumplir con el deber del artículo 333 de la Constitución. Va de suyo que hablo de aquí y de ahora.

@Francisco_Paz_Y

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