Son fáciles de decir porque nos dan una falsa sensación de poder… pero son las peores enemigas para tu noviazgo
Te peleas con tu novio y los dos empiezan a utilizar argumentos con los que pretenden ganar la discusión, ver quién es ‘el más listo’ y comprobar que uno tiene la razón y el otro la culpa.
Perdemos el centro y decimos cosas que nos hacen sentir bien en el momento, pero después nos podemos arrepentir.
Cinco frases son las que debes tener en mente para nunca pronunciarlas y no permitir que te las digan.
Velas como palabras mágicas que efectivamente tienen un hechizo sobre el otro, pero totalmente destructivo.
1. “TÚ NUNCA”
Jamás digas nunca. La palabra en sí no debería de existir porque el concepto es imposible, de la misma manera que ‘siempre’.
– Poder destructor: Estás limitando al otro. Lo encierras y le quitas libertad. Es como si lo congelaras y lo volvieras estático, sin decisión. Significa imposibilidad. No hay salida.
– Falsa sensación: De que tienes el control y le estás ‘prohibiendo’ al otro ser quién es.
– Realidad: Lo único constante es el cambio. Alguien que te dice “tú nunca” se encuentra totalmente fuera de la realidad y no acepta que tienes el derecho a cambiar de opinión y a tomar tus propias decisiones, aunque no esté de acuerdo con ellas.
– Replantearla: Supongamos que quieres decir: “Tú nunca me serás infiel”. Lo que buscas es establecer tus límites y reglas en la relación. Esto es posible sin sonar prohibitiva o controladora.
La cuestión es simplemente tener una plática en la que se dé el entendimiento de lo que esperas en el noviazgo y cuáles son los valores que deseas compartir con tu pareja. Lo mejor es plantear estos dealbreakers al principio para que haya total claridad y evitar las sorpresas.
2. “ESTÁS EXAGERANDO”
Implica subjetividad. La exageración está en los ojos de quién la ve, no es la verdad absoluta.
– Poder destructor: Disminuyes a la persona, le quitas mucha credibilidad y devalúas su palabra. No la estás tomando tan en serio, ni respetas su punto de vista.
– Falsa sensación: Estar por encima del otro. Crees ver con claridad y que tu pareja está distorsionada.
– Realidad: Lo que para ti es una exageración, para él puede ser cierto, o viceversa. Cada quién experimenta situaciones desde diferentes sensaciones y percepciones.
– Replantearla: Lo importante aquí es el problema de comunicación y apreciación. El respeto es lo primero que tienes que tomar en cuenta para aclararlo.
Aprende a escuchar todas las versiones y dales su justo peso, sin querer tener la razón absoluta. Hay que tener empatía con las experiencias del otro.
Y si aún así crees que está exagerando, la mejor manera de expresarlo es: “Yo no viví ni sentí la experiencia como tú la describes, sentí esto o aquello (con detalle). Te escucho y respeto, pero nuestras percepciones de lo que sucedió no son equivalentes”.
3. “TE LO DIJE”
Es, quizá, la más famosa, ya que la hemos oído en muchos contextos, de hecho nos recuerda a la autoridad.
– Poder destructor: Logra que quien la reciba se asuma ignorante, inexperto, infantil, inútil y poco apreciado.
– Falsa sensación: Te hace creer que no te equivocas y que eres más sabio que el otro. El ego se eleva.
– Realidad: Digamos que sí lo sabías. Y es muy difícil no hacerlo notar por puro gusto, pero la vida da muchas vueltas y en poco tiempo te la pueden aplicar a ti.
– Replantearla: Cuando sucede algo que tú previste, el otro lo va a saber, se va a dar cuenta que tenías razón, no es necesario expresarlo. El silencio dice más que mil palabras, así no lo hieres ni lo haces sentir mal… sobre todo evitarás una próxima guerra de poder.
4. “HAZ LO QUE QUIERAS”
Es más utilizada por las mujeres y muy temida por los hombres.
– Poder destructor: Causas completa confusión en el otro, sobre todo tendrá miedo de hacer algo que resulte incorrecto o desastroso.
– Falsa sensación: Consideras que eres una ‘buena persona’ porque aparentas dar libertad de acción.
– Realidad: Es una contradicción, porque en el fondo mandas un doble mensaje. Hay muchos sentimientos escondidos detrás: no te está gustando lo que tu pareja quiere hacer o te plantea, pero sientes que no tienes el poder suficiente para pedirle que no lo haga, entonces usas sarcasmo.
– Replantearla: No quieres causar un pleito, pero tú ya tienes expectativas de que reaccione como quieres sin decírselo directamente. Por eso es una frase muy peligrosa, porque implica falta de comunicación y el problema es de fondo.
El punto no sería cuestionar la frase per se, sino modificar cómo expresas tus sentimientos respecto a lo que tu pareja quiere hacer. Tu miedo a evitar una pelea directa puede causar un resentimiento más largo y difícil de resolver.
5. “NO ERES TÚ…”
Famosísima para cortar, pero también muy usada para evadir discusiones.
– Poder destructor: Provocas dudas internas, inseguridad, alejamiento y que el otro se pregunte todo lo que ha hecho o dejado de hacer para que te comportes de esa manera.
– Falsa sensación: Crees que le estás haciendo un favor echándote la culpa, y que así todo es más sencillo… lo será para ti, pero no para él.
– Realidad: Otra frase con doble sentido y, que por lo tanto, es pasivo-agresiva. No das oportunidad de comunicación, cierras las puertas al querer decir que el problema es tuyo e imposibilitas al otro de intentar un probable acercamiento.
– Replantearla: Si tú eres la que la recibes puedes decir: “Entonces cuéntame qué sientes tú, qué te pasa a ti y vemos cómo lo resolvemos juntos”. Eso puede desenmascarar a tu pareja, que lo que pretende es evitar comunicación… Si tú eres la que lo expresará, en realidad quieres salirte por el camino fácil.
Como es una frase que evade, igual que la anterior, tienes que tomar al toro por los cuernos y realmente decir lo que sientes. Efectivamente “no es él, eres tú”, pero di claramente por qué eres tú la del problema, para que el otro lo pueda entender.