Entre los muchos sentimientos de las parejas, están los celos, que son una sensación de inseguridad por el comportamiento de la pareja. Los celos suelen presentarse por la cercanía de una persona ajena, por la sospecha de que algo ocurre o por una simple especulación, que suele ir acompañada de ciertas actitudes de la persona.

En cierta medida sentir celos es normal, ya que el ser humano es un egoísta innato, algo inseguro y a veces se presentan situaciones que hacen dudar.

Sin embargo hay personas que su nivel de celos es tan grande, que difícilmente pueden controlarlos y cada cosa hace que aquella desconfianza aparezca y los torture.

Para personas de este tipo, mantener una relación de pareja representa un enorme sufrimiento, ya que la mínima cosa despertará la inseguridad y ambos tendrán malos ratos de forma frecuente.

Sin embargo, no es necesario ser tan radical y terminar la relación de pareja cuando se encuentra con alguien con tendencia a sentir celos, pues aún quedan cosas por hacer.

Las consecuencias de los celos

Es muy cierto que una pequeña dosis esporádica de celos puede hacer que una persona se sienta querida, deseada y protegida por su pareja y pueden darle un poco de vida a la relación, siempre y cuando no exista un motivo real para esos celos.

Pero cuando aquellos son excesivos, sin ningún motivo, frecuentes y demasiado agresivos, las consecuencias pueden ser atroces y dañinas para ambos.

Si en una relación de pareja ha existido agresión verbal o física por culpa de los celos, es mejor que se termine, puesto que el respeto se habrá perdido; pero de no haber ocurrido aquello, aún hay muchas cosas que hacer.

El diálogo es lo primero que se debe emplear, por lo que es necesario que la persona le comente a su pareja lo asfixiante que son sus celos y lo mal que se siente por la desconfianza transmitida. Este diálogo debe ser sostenido con mucha calma por parte del afectado, para evitar alteraciones o que la persona mal interprete y sienta más celos.

Siempre en cada sesión de diálogo hay que decirle a la pareja todo lo que le molesta e invitarla a que la misma diga el por qué de su inseguridad.

Cabe destacar que el sentir esos celos excesivos denota inestabilidad emocional e inseguridad de la persona, por lo que es recomendable que ambos busquen ayuda profesional, pues aquella servirá para eliminar aquellos excesos malsanos.

Hay que procurar que la pareja empiece a tener confianza y la mejor manera es no dando motivos que hagan pensar que se está siendo infiel. Ya que se trata de un proceso, es necesario hacer ciertos sacrificios, como quedarse en casa en una noche de amigos/as o llevar a la pareja a reuniones, donde antes no se acostumbraba, para que la misma note que no hay nada que ocultar.

Es muy sano que se le comunique a la pareja cuando se vaya a salir y a dónde se va, sin necesidad que pregunte y cuando se esté en otro sitio llamar a la pareja y decirle dónde se está y si se va a demorar. Esto hace que la persona que siente celos ya no sienta la necesidad de llamar o preguntar, pues sabrá que su pareja le comunicará las cosas sin necesidad de solicitarlo.

Cuando se esté conversando con una persona del sexo opuesto, sería bueno presentarle dicha persona a la pareja, para que se de cuenta que no existe causa por la cual sentir celos.

Una dosis de su propio chocolate de vez en cuando, puede ayudarle a notar que esa desconfianza hace sentir mal y molesta.

No hay que permitirle a la pareja que gobierne la vida, por lo que no es necesario llevarla a todas partes, pues aquella también debe aprender a creer en la persona.

Tampoco hay que dejar que la pareja controle la vestimenta, los horarios o que ande llamando frecuentemente, porque aquello es dañino y crea costumbre de la cual la persona afectada se aburrirá y la relación podría terminar.

Todas estas cosas y algo de ayuda profesional pueden garantizar éxito en una relación.

Ambar G

SUITE101.NET

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