También se conoció otro video que el expolicía grabó el día de su muerte, junto a sus compañeros y la esposa de uno de ellos que al parecer estaba embarazada.

“Están todos los orificios de bala, tenemos un hombre herido (…) estamos negociando con la gente, hay civiles dentro de la instalación… la esposa de Lugo (Lisbeth Andreina Ramírez), ¿estás herida, estás bien?”, le preguntó Pérez en las imágenes que hizo, a lo que ella, recostada en un camarote, respondió: “estoy bien”.

El piloto termina el video diciendo que están rodeados de francotiradores.

Ese lunes, el 15 de enero, los funcionarios policiales habrían enviado un audio informando que Pérez “esta capturado, el tipo tiene ya como 40 minutos capturado y están esperando todos los fiscales del Ministerio Público esperando a ver qué hacer con él y esperando órdenes de allá arriba”.

Asamblea Nacional exige a Maduro indemnizar a víctimas de “masacre”

La diputada opositora Delsa Solórzano, quien preside una comisión parlamentaria para investigar la operación policial y militar, denunció que Pérez y cinco de sus aliados murieron por disparos en la cabeza. La única mujer del grupo, acotó, falleció por un balazo en la cervical.

“Hay un patrón. Hay jurisprudencia suficiente (…) que señala que cuando hay este tipo de patrones hay ajusticiamiento”, sostuvo la diputada.

 El Parlamento de Venezuela exigió al Gobierno indemnizar a las familias del expolicía y sus seis compañeros.

“El Estado está en obligación de indemnizar a las víctimas de violaciones de derechos humanos”, dijo la diputada Solórzano.

“Los hijos de los masacrados tienen que ser debidamente indemnizados, así como los deudos, las viudas, los padres. Estamos requiriendo a los organismos correspondientes que garanticen estas medidas”, agregó.

Padres colombianos de enfermera muerta dicen no perdonar a Maduro

“¡Libertad!”, gritaban decenas de personas que rindieron un homenaje en Táchira a Lisbeth Andreina Ramírez. La bandera de Venezuela fue la protagonista.

“Ella era una muchacha que era estudiante y nos la quitaron, y nos tomaron el pelo con el entierro, nos mandaron pa’ un sitio, luego pa’ otro”, reclamó Ángel Ramírez, padre de la joven asesinada el lunes pasado, que era novia de uno de los compañeros del piloto que se había rebelado contra el Gobierno de Nicolás Maduro.

“Mi papá, mi mamá, son colombianos, sus hermanos mayores también son colombianos, no alcanzó a hacer ese trámite” para su nacionalidad, comentó Shirley Ramírez, hermana de Lisbeth.

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