Pese a las presiones externas y al creciente descontento social, el chavismo tomó secretamente la decisión de evitar a toda costa la realización este año del referendo para revocar el mandato del gobernante Nicolás Maduro, en un desesperado intento por retener las riendas del poder hasta el año 2019, según reseña El Nuevo Herald.

La decisión, tomada por la máxima cúpula del chavismo semanas atrás, crea el escenario para un choque de trenes entre el régimen bolivariano y sus adversarios en lo que resta del año, en momentos en que la oposición concentra sus esfuerzos en llevar a los venezolanos a que decidan el futuro de Maduro en las urnas.

La realización del referendo también fue descrita por el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y el Secretario de Estado, John Kerry, como la solución política a la grave crisis humanitaria por la que atraviesa el país petrolero.

Pero el chavismo considera que el referendo es un hueso demasiado duro de roer, dijeron a el Nuevo Herald fuentes cercanas a la situación.

“No hacerlo es la apuesta principal [del Chavismo] para este año”, dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.

“En la reunión acordaron que pueden hacer concesiones y que estarían incluso dispuestos a aceptar todo aquello que se les pudiera plantear o que a la oposición se le pudiera imaginar. Pero esa [la del revocatorio este año] no”.

El chavismo, no obstante, podría estar más abierto a la posibilidad de realizar el revocatorio después del 10 de enero del 2017, fecha clave que marca la mitad del período de Maduro.

Bajo las normas de la Constitución, cualquier salida del poder de Maduro después de esa fecha significaría que el resto del mandato sería asumido por el vicepresidente ejecutivo, el cual sería nombrado a dedo por el propio gobernante.

Continúe leyendo la noticia en El Nuevo Herald.

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