Guyana y Venezuela elevaron hoy la tensión en su disputa por el área de Esequibo después de que Caracas reforzara la presencia militar en su lado de la frontera, movimiento al que su vecino anunció que responderá con la protección de su integridad territorial.
El presidente de Guyana, David Granger, denunció, en una conferencia de prensa convocada de urgencia, movimiento militar inusual en el lado venezolano de la frontera, el último episodio de una disputa de más de un siglo entre los dos países agudizada tras el descubrimiento el pasado mayo de petróleo en las costas de Esequibo.
El “extraordinario” movimiento de tropas venezolanas junto a la frontera incluye medios marinos, dijo Granger sobre un despliegue que preocupa a los países vecinos.
Granger señaló que la medida no hace sino empeorar una situación que se degrada día a día y para la que los esfuerzos diplomáticos parecen acabados, en especial desde que Cararas decidiera no dar el visto bueno a la nueva embajadora propuesta por Guyana ante el país que preside Nicolás Maduro.
El presidente de Guyana dijo que Venezuela empeora las difíciles relaciones entre los dos países al reforzar su presencia militar en la frontera común, aunque no dio información concreta de qué medidas serán tomadas.
Granger permanece reunido con los miembros del Comité de Seguridad Nacional del país.
El presidente de Guyana se ha reunido con el jefe de Policía, Seelall Persaud, el jefe del Estado Mayor de la Fuerza de Defensa, brigadier Mark Phillips, el ministro de Seguridad Pública, Khemraj Ramjattan, y el primer ministro, Moisés Nagamootoo.
De la reunión se espera conocer la respuesta de Guyana a lo que Granger definió como comportamiento “agresivo” y “hostil” de Venezuela.
Granger -un antiguo jefe militar- dijo que el movimiento de tropas en la frontera este de Venezuela ha sido extraordinaria durante todo el mes de septiembre.
Medios locales señalan que el incremento de la presencia militar venezolana era visible hoy desde el lado de Guyana por residentes de áreas cercanas a la frontera.
En la última cumbre de la organización económica del Mercado Común del Sur (Mercosur),
Maduro anunció la celebración en Paraguay, en el pasado agosto, de una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para abordar una solución para la disputa de los dos países por la región de Esequibo, encuentro que nunca llegó a celebrarse.
El presidente de Guyana dijo ayer que Guyana recurrirá a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de Naciones Unidas para resolver la disputa fronteriza, ya que no considera eficaz el proceso de mediación diplomático de la ONU.
Granger había anunciado la intención de reunirse esta semana con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y con el propio Maduro para acercar posiciones.
El dirigente guyanés buscó durante las últimas fechas el apoyo de países latinoamericanas con vistas a un discurso que tiene previsto pronunciar en la Asamblea General de la ONU el próximo viernes sobre la disputa de Esequibo.
El asunto ha sido tratado a nivel regional en los últimos meses y el presidente de turno de la Comunidad del Caribe (Caricom), Freundel Stuart, dejó claro en agosto que esa organización respalda las actuales fronteras de Guyana.
La región de Esequibo está bajo mediación de Naciones Unidas desde la firma del Acuerdo de Ginebra en 1966, pero la disputa se agudizó después de que la compañía Exxon Mobil descubriera en mayo pasado yacimientos de petróleo en aguas en la zona del litigio.
Caracas respondió al hallazgo con un decreto que redistribuye al territorio venezolano en áreas conocidas como Zonas Operativas de Defensa Integral (ZODI) e incluye ese territorio marítimo en discusión.
La zona de Esequibo, de 160.000 kilómetros cuadrados y rica en recursos naturales, incluye dos terceras partes de Guyana.