Juan Barreto estuvo muy ligado al fallecido presidente Hugo Chávez, por ello se califica como chavista. Fue alcalde de la Alcaldía Metropolitana y al salir de allí decidió crear un partido político con tendencia de lucha social. Redes nació en 2012 y, desde el primer momento, se convirtió en aliado del Partido Socialista Unido de Venezuela en la coalición de partidos llamado Polo Patriótico.

EL PITAZO

Cinco años después, denuncia que el Polo Patriótico no ha trascendido lo electoral, pero esencialmente critica la posición de la tolda roja ante las condiciones de renovación de nóminas que impuso el Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Nacional Electoral. Dio a conocer a El Pitazo que no tiene aspiraciones personales en materia electoral.

—Redes decidió no asistir al proceso de validación. ¿Cuál es el estatus del partido que dirige? ¿Han tenido conversaciones con los demás partidos del polo o con el Psuv?

—Nosotros desafortunadamente no tenemos mayor relación con dirigentes del Psuv, no porque no queramos, sino porque la instancia natural donde se suponen se dirimen esas diferencias para llegar acuerdos se ha venido desintegrando, no ha terminado de consolidarse, y se ha vuelto una alianza meramente electoral. Individualmente en algún acto uno se consigue dirigentes, pero en el Psuv están las cosas como mezcladas, no sabes si estás hablando con el funcionario o el dirigente. En todo caso, en términos cordiales tenemos relaciones con algunos dirigentes del Psuv, pero en términos formales y oficiales, no existe esa relación.

“Al no existir esa relación, diferentemente podemos saber qué opina el Psuv como partido. Conocemos muchos dirigentes que están preocupados por las circunstancias actuales y que no comparten lo que se está haciendo con los partidos del Polo. Que dicho sea de paso, estas medidas del TSJ y el reglamento del CNE han beneficiado a la oposición, se han deslastrado de pequeños partidos que les eran incómodos, se están consolidando los grandes partidos que van a quedar legitimados y los demás van a desaparecer. Seguramente los partidos del Polo que están en aprieto irán a desaparecer también.

“Se va a robustecer el bipartidismo y la polarización, pareciera que esta política va dirigida en ese sentido, en liquidar las minorías y restringir el espacio pluriplural. Pareciera que avanzamos hacia un nuevo modelo que favorece a los grandes bloques polarizados. Nosotros creemos que se están restringiendo las libertades civiles
“Ahora, quien decide quién es militante no es el partido, sino el CNE, que suplanta los estatutos de un partido y arbitra su naturaleza. Esto significa la liquidación de tales organizaciones. Cuando se ve ese cuadro, decimos `eso no podemos aceptarlo´, no se puede aceptar que se violen los derechos. Si los aceptas y vas mansamente, estás creando las condiciones para que se profundice esa violación de los derechos difusos”.

—Entonces, ¿Qué va a pasar con Redes?

—Hemos dicho varias cosas. No nos negamos a ser escrutados, a renovarnos, a presentar algunos documentos, no se trata de eso, se trata de que se está desmejorando la existencia de los partidos políticos.

“No hay ninguna circunstancia que obligue al CNE a cambiar las reglas de juego. ¿Por qué vamos a ceder un derecho? ¿Porque el CNE sospecha de los electores y porque no cree en la buena fe pública? Ya da por sentado que los partidos van a hacer trampa. No hay presunción de inocencia. Están violando un principio legal que es el fundamento de las leyes al presumir que los partidos y sus miembros son tramposos.

“Pedimos la nulidad del artículo 25 de la Ley de Partidos Políticos y no de toda la ley para que le dé tiempo a los magistrados, para que lo hagan rápido. Pedimos la nulidad de ese artículo que sirve de base para poner a correr a los partidos y que reduce la democracia.

“Tengo entendido que en el TSJ no hay unanimidad, ellos están discutiendo esto. Es posible que el tribunal cambie las condiciones y las flexibilicen, entonces en ese momento revaluaremos nuestra posición”.

—¿El problema lo ven en las condiciones?

—Claro, con las condiciones. Nosotros estaríamos en capacidad de hacerlo. A diferencia de cualquier otra organización del Polo, hemos sido la única organización que ha tenido testigos electorales en todas las últimas elecciones. A diferencia de otras, hemos sido la única organización que cuando Obama lanzó el decreto infame contra algunos funcionarios del gobierno, salió a las calles y metimos casi 35 mil personas, bien pudiésemos reunir 26 mil personas que es lo necesario para cubrir 12 estados pequeños.

“El problema no es el qué, es el cómo. Chávez decía si no hay igualdad de derechos, no hay igualdad de condiciones. Le pedimos al Presidente, muy respetuosamente, que se pronuncie sobre esto. Hasta ahora, ha guardado silencio. Yo supongo que no está muy enterado, pero que entienda la circunstancia que atravesamos los aliados que desde nuestras posiciones hemos acompañado este proceso y que ahora estamos siendo liquidados vía administrativa”.

—Usted apela a la sensatez del CNE, pero hasta ahora no han cumplido con lo que constitucionalmente corresponde, las elecciones de alcaldes y gobernadores. ¿Cómo se hace en ese caso?

| Foto: Rayner Peña R.

—La legitimación tuvo que hacerse inmediatamente después de las elecciones de diputados, se está haciendo un año y medio después, lo que quiere decir que quien está en mora es el CNE y entró en desacato del TSJ. No deberíamos pagar los platos rotos los partidos. Ahora, el CNE pone como excusa que no se convocan elecciones porque no se han relegitimado los partidos y ahora inventa que viene un proceso de impugnaciones que llevará otro tiempo. Esto coloca peligrosamente las elecciones de gobernadores, si se llegan a realizar, a principios del año que viene, casi colindando con las elecciones de alcaldes y concejales. La ley dice que no se pueden hacer juntas.

“En todo caso, creemos que debe haber elecciones lo antes posible. Lo que stamos haciendo es repetir las leyes. Las elecciones no son un capricho de alguien que eventualmente está en el poder, las elecciones son un derecho legítimamente ganado por el pueblo de Venezuela. Ningún gobierno de turno, sea de derecha o pretendidamente de izquierda, o de lo que sea, puede decir `ese derecho está consagrado, pero no lo cumplo ahora porque no es mi prioridad´, eso no lo puede decir nadie.

“No se puede decir que los derechos se postergan porque no es prioritario. No puede ser que se cambien las reglas de juego porque estoy perdiendo el juego.

El marco jurídico y político fundamental es la Constitución, donde se establecen lapsos, derechos y unas fechas que garantizan un derecho. Tenemos 22 meses para corregir, seamos autocríticos. Yo quiero que el chavismo siga siendo la referencia fundamental y haya rectificaciones que justifiquen y permitan que el chavismo siga en el poder. Un chavismo entregado a la causas del pueblo, el que le da el poder al pueblo,

“Vamos a darle un sacudón de verdad; a desplazar a los factores de la dirección política que ya están quemados, agotados; a darle poder al pueblo verdaderamente; vamos a llamar a los factores del polo patriótico, a llevar a cabo una reforma fiscal, un nuevo anclaje cambiario. En fin, hay un conjunto de cosas que se pueden hacer aquí y ahora, que garantizarían el triunfo del chavismo en nuevas condiciones. Este pueblo no es bobo, se daría cuenta de que las cosas están cambiando y que, aunque estamos en una dificultad, hay una voluntad política de darle poder al pueblo, de luchar contra la corrupción”.

—Recientemente el Presidente habló sobre traiciones y que hay que cuidarse. ¿Considera que realmente hay peligro de traiciones dentro del chavismo?

—Yo no sé a qué se refiere el Presidente. La lucha política es muy difícil, muy culebrera. Yo soy un elector. Soy yo como elector el que puede decirle al gobierno, cuidado con vainas, cuidado te desvías, porque el elector soy yo que puse los votos. El chavismo habla de mandar obedeciendo a los electores.

Que el gobernante le diga a los electores “cuidado me traicionas” es algo nunca visto. Es como poner a los caballos detrás de la carreta. ¿Cómo el elegido va a hacer lo que quiera y va a esperar la lealtad eterna, ciega, incondicional y acrítica de su elector? Son los electores los que exigen.

Por eso, cuando el presidente pide lealtad, creo que es a los suyos más cercanos, a su staff de cuadros. Nosotros no nos sentimos salpicados para nada. Nosotros ni estamos conspirando contra él, ni firmamos por el RR ni estuvimos de acuerdo, ni pedimos firma en su contra.

—¿Seguirían apoyando a Maduro en un escenario electoral?

—Si rectifica, sí. Nosotros apoyamos muchas cosas de Maduro, no criticamos todo. Hay muchas cosas que el gobierno está haciendo bien.

Quisiéramos escoger dentro del chavismo, y dentro de este movimiento hay fuerzas que se vienen desarrollando, hay figuras que vienen despuntando, unas más disidentes que otras. Dentro del chavismo hay opciones y queremos que pueda rectificar sus errores y pueda relanzarse, pero luego de reconstruirse y de reinventarse. Existe la posibilidad de hacerlo.

Desde ese chavismo y también no chavismo hay gente honesta que no se identifica con el chavismo pero que es gente patriótica, bolivariana, es democrática. Desde el encuentro y la reinvención de esa Venezuela crítica y trabajadora, desde allí, debe surgir un camino y estamos dispuestos a acompañar ese chavismo que surja. Si es desde el chavismo gubernamental, bienvenido, no nos negamos a acompañarlo. Tampoco si es desde otras fuerzas.

—¿Se refiere a una tercera vía?
Otras fuerzas que se están gestando y que comienzan a abrirse paso al interior del chavismo, pues también estamos dispuestos.

—¿Cree que hay verdaderamente una tercera vía que está tomando fuerza y que podría desplazar tanto al chavismo como a la oposición?

—Hoy día hay una corriente compuesta por varias fracciones que conforman una élite que desde el chavismo ejerce funciones de Estado, pero no todo el chavismo está en el gobierno, ni el chavismo es igual al gobierno. Esa fracción del chavismo que está en el gobierno ha entrado en una fase de polarización que reduce los espacios políticos. Hablo de una centralidad política que abarca todo el espacio de la política a través de una contradicción gobierno– oposición, donde los factores de la polarización se necesitan y se complementan mutuamente.

El chavismo y la oposición cada día se parecen más, las prácticas políticas, lo discursivo cada día se va pareciendo más y más y entonces las diferencias son más diatribas políticas. Cuando se ve la naturaleza de la diatriba es muy mediática y superficial. ¿Por qué? Porque la polarización encubre los procesos de aproximación que vienen sufriendo los polos aparentemente confrontados y por eso no es difícil que los empresarios, que son dueños de la oposición, terminen en Miraflores. Esa centralidad polarizada desdibuja el proyecto original que Chávez fraguó para la transformación política.

Escuchaba al presidente Maduro en estos días hablando del Poder Popular, de darle poder al pueblo y yo decía se está mimetizando con el discurso de los radicales para dejarnos sin argumento; hay un proceso de apropiación del chavismo radical. Por un lado va el discurso y por el otro la acción. El consejo superior económico es una sutura que logra vincular los intereses de ambos bloques confrontados y de repente ves que PJ, AD y Copei pactan secretamente para que no haya elecciones porque no se han puesto de acuerdo con los candidatos de las gobernaciones y salen públicamente pidiendo elecciones, pero no quieren hasta que no se pongan de acuerdo.

Hace falta una opción distinta que le hable al pueblo en otros términos; en otro lenguaje, y que le diga la verdad sobre la situación grave que atraviesa la República. La oposición no se atreve a asumir el poder político en este momento porque no quieren pagar los costos de la crisis. ¿Por qué nadie le dice al pueblo que el gobierno y la oposición han pactado para que Maduro termine la gestión?

No se trata de que nos estemos preparando para una campaña electoral o para una tercera vía, se trata de ser instrumento del camino que en el pueblo se va dando, y si en esos caminos nos encontramos con factores o fuerzas que apuntan en dirección de lo electoral a la solución del país, que en su momento lo estudiaremos, acompañando a esos factores vengan de donde vengan o salgan de donde salgan.

Dentro del chavismo oficial ven eso como un peligro porque sienten que no vamos a seguir la línea. Es que nosotros no nacimos para eso. Lo que si no vamos a hacer es seguir mansamente todo lo que se nos diga, eso ya no lo vamos a hacer. Ya entendemos que ese no es el mejor aporte que podemos dar. Por eso creo que también se nos quiere eliminar desde el punto de vista de la legalidad formal.

—¿Tiene alguna aspiración electoral?

En lo personal, no. Fíjate que en las últimas elecciones de diputados yo pude ser diputado como Didalco Bolívar, que después de ser gobernador aceptó ser diputado de tercero en la lista. Yo le dije en su momento a los compañeros del Psuv: ‘¿Cuánto cuesta que yo no sea candidato?’ Me dijeron te podemos dar seis suplentes, como yo no estaba interesado y ellos tampoco, es que Redes tiene mayor número de suplentes en la AN.

Yo ya fui diputado, ministro, gobernador. Eso no me hace falta para ganarme la bicicleta o el balón. Quisiera más bien un poderoso movimiento popular autónomo y que desde allí presente alternativas de gobierno al país. Seguramente acompañemos unas candidaturas si salen del Psuv, si son honestos y reconocidos por la base; si son compatriotas.

No tengo aspiración personal, a uno siempre le calientan la oreja, pero ese tiempo ya pasó. Mi contribución ahora es otra. Yo he sido llamado a funciones de gobierno y me he hecho el loco porque ando en otro camino, construyendo otras cosas. Ahora me siento un instrumento.

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