El pasado jueves el recién reelecto presidente Nicolás Maduro anunció una serie de cambios en su gabinete ejecutivo donde parece cumplir con lo anunciado tres años atrás, cuando mencionó que ordenaría a los militares activos a “regresar a sus puestos de mando y a filas activas en cada componente”.
De acuerdo con el primer mandatario, tal medida sería tomada con el fin de “fortalecer la unión cívico-militar para asegurar la defensa integral de la nación”.
Por su parte, la presidenta de Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, Rocío Sanmiguel, sostiene que los motivos de Maduro son diferentes y su objetivo es tener un mayor control de los uniformados.
“Al reducir Maduro la presencia de militares en su gabinete está enviando un poderoso mensaje a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), que puede ser peligroso en términos de apoyos y lealtades de los militares a su gobierno”, sostuvo.
Tras la juramentación de 12 nuevos ministros anunciada por el Ejecutivo, cinco de ellos eran militares que se encontraban al frente de las carteras de Comercio Exterior, Pesca y Acuicultura, Transporte, Ecosocialismo y Agua, y Obras Públicas.
A diferencia de la actual medida, la mayor presencia militar dentro del gabinete se produjo durante el mandato de Maduro, incluso más que en el Gobierno del fallecido ex presidente Hugo Chávez, como lo fue para julio de 2016, cuando de 30 ministerios 10 estaban a cargo de funcionarios uniformados distribuidos en organismos de gran peso: Relaciones Interiores, Alimentación, Producción Agrícola y Tierras, entre otros.
“Un Maduro vencedor en las presidenciales, que ha decidido prescindir de militares en esta nueva etapa, no parece una buena idea en términos de proporcionar estabilidad a su gobierno”, consideró Sanmiguel.
Entre tanto, queda por ver si alguno de los militares removidos regresa a las filas del ejército, especialmente el M/G Carlos Alberto Osorio, en el marco de los cambios que se esperan dentro del alto mando militar, según reseña 2001.
