Un grupo de aproximadamente 500 mujeres logró romper el cerco militar en la Aduana Subalterna de Ureña, estado Táchira –donde desde hace 10 meses está apostado un contingente militar que impide el paso hacia Colombia–, para cruzar la frontera y comprar comida y medicinas.

A las 10:00 am las mujeres, habitantes del municipio Pedro María Ureña, se organizaron en un gran grupo, muchas iban acompañadas de sus hijos y nietos. Al principio hubo resistencia de los uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana que portaban cascos, chalecos y escudos antimotines. Pero fue tal la cantidad de mujeres –que en su mayoría vestían franelas blancas– que no pudieron contenerlas para impedir que cruzaran el puente internacional Francisco de Paula Santander y llegaran hasta las localidades de El Escobal y Cúcuta.

Al parecer, pocas mujeres pudieron adquirir alimentos como harina precocida, leche en polvo y formulada para niños, azúcar, arroz, aceite vegetal y artículos de higiene personal como jabón de tocador, champú y toallas sanitarias, porque no tenían pesos colombianos para comprar los artículos que pese al diferencial cambiario son más económicos que los revendidos en el mercado informal.

Las que sí pudieron hacer compras en los establecimientos comerciales colombianos se hicieron fotos con sus teléfonos celulares, las enviaron a sus amigos y las subieron a las redes sociales como testimonio de su valentía.

De regreso no tuvieron inconvenientes con los uniformados para volver al país ni hubo restricciones para que pasaran los productos.

La situación registrada en Ureña se conoció en San Antonio del Táchira, donde un grupo de personas exigió pasar el puente internacional Simón Bolívar, pero no lograron hacerlo.

De acuerdo con el testimonio de residentes de la zona, hubo reclamos de los civiles hacia los militares porque no les permitieron el acceso para ir a la localidad de La Parada y adquirir productos.

Protestas por cierre. Laidy Gómez, diputada del estado Táchira en la Asamblea Nacional, participaba en una protesta en las poblaciones de Capacho Nuevo y Capacho Viejo para exigir la apertura de la frontera con Colombia, que cumplirá en agosto un año de cierre, cuando recibió información de lo que ocurría en el puente de Ureña.

“Mientras se desarrollaba la marcha en los Capachos, un grupo de mujeres vestidas de blanco se apostó en el puente de Ureña y el encargado de la GNB en el lugar de apellido Navas no las dejó pasar. Ellas pedían cruzar para ir a buscar comida en Cúcuta. Luego la GNB permitió que una comisión de ocho mujeres cruzara. Después de eso las demás desbordaron el cerco militar”, relató.

La parlamentaria, miembro de la comisión especial que evalúa el problema fronterizo, considera que quizás el gobierno de Colombia les permitió el paso a las mujeres como una medida humanitaria en vista de la crisis en Táchira.

“La acción de estas mujeres no es más que la demostración de que las medidas aisladas y descontroladas del gobierno no van a poder controlar el hambre del pueblo. La crisis en las zonas fronterizas es cada vez peor”, expresó.

EL NACIONAL

Comentarios de Facebook

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here