Fuentes militares consultadas por el diario EL MUNDO de España confirman que hay malestar en distintos niveles dentro de las Fuerzas Armadas venezolanas más allá del compromiso de los altos mandos con la cúpula revolucionaria. Así lo reseña hoy el artículo de Daniel Lozano, corresponsal en Caracas de este medio europeo.
“Al frente del “cogollo madurista” se sitúa el general Vladimir López Padrino, ministro de Defensa. Y junto a él Néstor Reverol, comandante de la Guardia Nacional, y la mayoría de los jefes de las Zodis (regiones estratégicas de Defensa). Al menos 20 de estos militares han protagonizado arengas públicas para defender el chavismo, desde el mayor general Antonio Benavides, el general de división Jesús Suárez Chourio o el general de brigada Enrique Pietro Ochoa. Junto a ellos una decena de gobernadores, como Francisco Arias Cárdenas (Zulia), José Vielma Mora (Táchira) o José Luis García Carneiro (Vargas), y varios ministros, desde Gustavo González (Interior) a Luis Motta Domínguez (Energía Eléctrica), protagonista del racionamiento eléctrico que sufre Venezuela. El jefe del Parlamento añadió que Diosdado Cabello ha apuntalado su poder militar imponiendo a su primo Alexis Rodríguez al frente de la Zona Operativa de Defensa Integral de Caracas y desplazando a generales que estaban por delante por antigüedad. Si Maduro confirma este nombramiento, el primo de Cabello sería el encargado de planificar la represión contra la oposición. Un pulso palaciego que no es casual: la actuación de la Guardia Nacional durante la marcha del pasado miércoles sorprendió a los opositores. Los militares se mostraron mucho más cautos en la represión que la Policía Nacional Bolivariana. Fue precisamente uno de sus agentes quien agredió al gobernador Henrique Capriles lanzándole gas pimienta a los ojos. ¿Y el resto de los pesos pesados de las FANB? El general Miguel Rodríguez Torres, ex ministro de Interior que se propone como alternativa a Maduro dentro de la revolución y que es considerado el “hijo favorito” de Chávez en el seno de las fuerzas armadas, señaló a Uribe como enemigo número 1 de Venezuela, pero no se pronunció sobre el decreto de estado de excepción. Un buen número de oficiales ven con buenos ojos el liderazgo del que también estuvo al frente de los servicios de Inteligencia del estado. En las últimas semanas se han aireado otros enfrentamientos internos dentro de las FANB. El caso más señalado tiene como protagonista al mayor general Hebert García Plaza, ex ministro de Maduro y uno de los militares más próximos a Chávez, acusado de estar detrás de un pronunciamiento militar programado para el 15 de mayo. Otro que ha saltado a la palestra pública es el poderoso comandante Clíver Alcalá Cordones, quien ha lanzado acusaciones de corrupción muy graves contra los generales Rodolfo Marco Torres y Carlos Osorio, ministro y ex ministro de Alimentación, respectivamente. “La guerra económica realmente existe, pero la generamos desde dentro del Gobierno”, sorprendió el domingo Alcalá, rompiendo la retórica oficialista para explicar el desmoronamiento económico que sufre Venezuela. Incluso fue más allá al reconocer la posible derrota en un revocatorio. Este militar forma parte de la lista negra del Departamento del Tesoro de EEUU, acusado de establecer una ruta para el intercambio de cocaína por armamento”.
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