El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró inconstitucional la Ley de Amnistía aprobada por la Asamblea Nacional (AN) el 29 de marzo.
Con la ley se beneficiarían “investigados, imputados o condenados, bien sean autores, determinadores, cooperadores inmediatos o cómplices, por una serie de delitos ordinarios y comunes, varios de ellos con graves efectos sobre el Estado y la sociedad, que en nada conducen o colaboran a una reconciliación nacional sino a una impunidad escandalosa en detrimento de la moral pública, subvirtiendo el orden jurídico del país” según El Tiempo.
El TSJ por su parte asegura que no se puede permitir otorgar la constitucionalidad “de una Ley que propenda a la anomia de la sociedad venezolana, en franco desconocimiento de sus valores y los principios y garantías que informan el Texto Fundamental”. Consideran “inaceptable que queden impunes, crímenes de lesa humanidad, violaciones graves a los derechos humanos o crímenes de guerra”.
Henrique Capriles Radonski, Gobernador de Miranda, señaló que “los venezolanos siente vergüenza por el TSJ”, y acentuó que “lograr la amnistía depende del Revocatorio”.
Delsa Solorzano, diputada de la bancada opositora, declaró que la decisión del TSJ en contra de la Ley de Amnistía “ratifica lo inconstitucional del TSJ”.
COMENTARIO CON RESPECTO A LOS “MAGISTRADOS” DEL TSJ
Cualquier parecido con lo que sucede actualmente año 2016 no es pura coincidencia, es el ADN propio de los que para desgracia de Venezuela, han ocupado los altos cargos en la Vindicta Publica
“Yo aquí no llegue por mis merecimientos, sino por la política”; aquí no soy juez, sino político, aquí no tengo que hacer “con la Ley, sino con mi jefe”, decía un miembro de la Alta corte, en las deliberaciones de un asunto en que tenía interés el déspota de entonces: el Restaurador.
Tomado de ADULADORES Y ADULADOS Marcados por la Historia. De Pedro María Morantes (Pio Gil) en el Panfleto Rojo, escrito en 1913
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Tomado de ADULADORES Y ADULADOS Marcados por la Historia. De Pedro María Morantes (Pio Gil) en el Panfleto Rojo, escrito en 1913
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Cualquier parecido con lo que sucede actualmente año 2016 no es pura coincidencia, es el ADN propio de los que para desgracia de Venezuela, han ocupado los altos cargos en la Vindicta Publica
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