CARACAS, Venezuela (AP) — El presidente venezolano Nicolás Maduro insistió el lunes en que la figura del buen oficiante, que está en manos del secretario general de las Naciones Unidas, es la vía para avanzar en las negociaciones territoriales pendientes entre Venezuela y Guyana.
“Más temprano que tarde, a través del Acuerdo de Ginebra, por las vías diplomáticas, tendrá que resolverse esta reclamación histórica”, dijo Maduro tarde en la noche del lunes en un encuentro en el palacio de gobierno con alcaldes y gobernadores oficialistas, junto con jefes policiales y militares.
Ambos países se disputan el denominado Esequibo, un territorio de unos 159.500 kilómetros cuadrados que incluye una plataforma marítima y es rico en oro, bauxita, diamantes, maderas y petróleo.
La declaración de Maduro se produjo después de que el canciller guyanés, Carl Greenidge, dijera que su país no está interesado en seguir con el proceso de buenos oficios por considerar que desde que se instrumentó hace más de tres décadas “no parece ofrecer ninguna solución” en la disputa, según comentarios recogidos el lunes en reportes de prensa. Greenidge ha dicho que la única opción viable es acudir a la Corte Internacional de Justicia
Sin mencionar los comentarios del canciller guyanés, Maduro insistió en que se debe negociar “siempre a través de lo que heredamos, el acuerdo de Ginebra y el buen oficiante, buscando a través del buen oficiante, un arreglo legal, práctico y satisfactorio para las partes”.
Caracas solicitó la semana pasada al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que inicie el proceso para designar al “buen oficiante” para dirimir por la vía diplomática la disputa fronteriza entre Guyana y Venezuela.
El mecanismo lleva paralizado desde abril del 2014 luego de la muerte del diplomático jamaiquino Norman Girvan, quien era el mediador del organismo internacional desde el 2010.
La disputa por el Esequibo se encuentra en la instancia del secretario general de la ONU desde 1983 por decisión de los dos países.
Las exploraciones petroleras que realiza una subsidiaria de la estadounidense Exxon Mobil por decisión del gobierno de Guyana — una excolonia británica— en el área en disputa, frente a la costa norte de Sudamérica, han generado fricciones entre Caracas y Georgetown.
Maduro llamó a consultas la semana pasada a la embajadora venezolana en Georgetown y acordó someter a revisión las relaciones bilaterales.
La reclamación venezolana se enmarca en su desconocimiento del llamado Laudo Arbitral de París de 1899, mediante el cual Gran Bretaña se adjudicó el Esequibo. Venezuela sostiene que los británicos establecieron arbitrariamente los límites fronterizos de Guyana ignorando un principio del derecho, el “uti possidetis iuris”, en virtud del cual los países de la región conservaron los territorios bajo su jurisdicción al final de la gesta independentista de España.
El posterior Acuerdo de Ginebra de 1966 reconoce que el Laudo Arbitral de París no fue la decisión final y definitiva del diferendo limítrofe.
“Nosotros con la verdad vamos a avanzar hacia un reposicionamiento histórico necesario de una nueva etapa por la lucha por nuestra Guayana Esequiba”, aseveró el mandatario venezolano.