“Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocos lo recuerden”. El Principito. Al final de cada semana, le pido al Universo que me guíe de qué debo tratar en mis artículos, hoy aun no tenía nada, hasta que prendí la tele y ahí estaba: ¡Peter Pan!

El niño interno puede simbolizar muchas cosas, podría ser nuestra esencia, la verdadera conexión con el Ser, con la Fuente (Dios, Creador, Buda, etc.) en nuestra parte espiritual, pero también puede simbolizar al niño herido, carente de amor, protección y cuidados, es decir necesitado y cuando hay necesidad siempre andamos buscando, o también el niño interior puede ser esa falsa imagen que nos creamos para adaptarnos al mundo que nos ha tocado, o simplemente ser a imagen y semejanza de quien nos crió. También están los que se quedan en el niño y les duele crecer y hasta dejan que los domine y rebase en su etapa de adulto.

Pero, ¿para qué volver al pasado? ¿Para qué conectarme con mi vulnerabilidad? ¿Qué tiene que ver con mis bloqueos de hoy? Mucho. Cuando nos olvidamos de nuestro niño, olvidamos la Fuente, nos desconectamos de la Alegría de Vivir.

Y es que con la madurez nos llega el entendimiento de muchos aspectos de nuestras experiencias, pero no las sanamos, las dejamos atrás o las tapamos; por ejemplo: de niño me sentí abandonado por mis padres nunca estaban en casa cuando los necesite y creí en ese momento que no me prestaban atención lo suficiente (por que todos los niños son demandantes) y origine miedos e inseguridades basadas en mis carencias, al crecer entiendo que mis Padres trabajaban mucho para darme un mejor futuro, lo hacían por amor a mí, que no me faltara nada material. Como Hombre/Mujer lo acepte de esa manera, pero deje atrás a un niño herido, triste y eso está ahí dentro de nosotros en el transcurso nuestras vidas y puede hasta limitarnos en algunos aspectos de nuestro desarrollo como individuos.

En mis consultas siempre tomo como base la historia de la infancia y la relación con los Padres, escuchar esos relatos me abre un campo enorme de sanación del niño interno y sobre todo, una vez sanado el niño, integrarlo al Ser ¡créanme el cambio es notorio!

Te invito a revisar los siguientes puntos con honestidad y desde el corazón, demostrándote así de donde nacen muchas de esas carencias que dieron paso a las emociones que se transformaron en sentimientos y por consecuencia en pensamientos negativos y bloqueos.

Es importante en el proceso:

Revisar las expectativas del niño.
Recuperar la inocencia, la alegría y la capacidad de asombro del niño.
Sanar al niño interior herido o maltratado, resolver antiguos traumas.
Asumir al niño como símbolo de nuestra energía creativa y la Alegría.
Desarrollar una conciencia compasiva.
Establecer una comunicación constante y posible entre el niño interno y tú.
Integrar al niño ya sanado en tu vida de hoy.
Recuerden sanar al niño interno e integrarlo es estar completos y de una sola pieza ¡De esta forma atraerás lo mismo hacia tu vida de hoy!

Adriana González García

Para preguntas o consultas contáctame en resonanciaenpositivo@gmail.com o en las redes en mi página en facebook Adriana González – Thetahealer. Twitter @Adri_viajera. Instagram: @Resonandoenpositivo

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