El regreso de las vacaciones es un momento perfecto para renovar la ilusión y reorganizar nuestra vida, establecer nuevas prioridades y optimizar las rutinas. Es un momento ideal para coger las riendas de nuestra vida.
La mayoría de nosotras hemos conseguido parar, aunque sólo sea por unos días, la locura de la rutina diaria. Hemos parado el tren y, antes de volver a arrancar, conviene analizar si es preciso hacer algunos ajustes. Y, sobre todo, si vamos a cambiar de vagón y a ocupar la cabina del conductor. Es el momento. ¡Aprovéchalo!
Muchas veces sentimos que la vida sucede, y que lo único que podemos hacer es irnos adaptando a ella. Siguiendo con el símil del tren, tenemos la sensación de ir sentadas en un vagón, sin controlar en absoluto la velocidad, las paradas, los pasajeros que entran y salen, el destino… Es importante saber que podemos ocupar el asiento del maquinista.
Lógicamente, nos vamos a encontrar con algunas situaciones que no podremos evitar, tenemos ciertas obligaciones que atender, unas vías que debemos respetar… Pero hay muchas cosas que tenemos derecho a decidir, independientemente de las circunstancias. Y a veces pequeños cambios suponen grandes avances.
Guía imprescindible para coger las riendas de tu vida:
Realiza una lista de todas las actividades de tu vida diaria, incluyendo aquellas que te encantaría incorporar y que tienes aparcadas por la aparente falta de tiempo. Por ejemplo: tiempo para cocinar y comer, recoger a los niños, tiempo de permanencia en el puesto de trabajo, desplazamientos, ir al gimnasio, meditar, ayudar a tus hijos en las tareas escolares, ver tu serie favorita…
Decide cuáles son tus prioridades, dividiendo las actividades que has anotado en los siguientes cuatro grupos:
1. Obligatorio e Importante: incluye aquí aquellas actividades que no puedes dejar de atender y que, además, son importantes para ti: como el tiempo que dedicas al trabajo, por ejemplo.
2. Obligatorio pero No importante: aquellas tareas que no puedes evitar, pero que carecen de importancia o no entran dentro de tus prioridades: desplazamientos, tareas administrativas del hogar, determinadas compras…
3. No obligatorio pero Importante: tareas que, sin ser obligatorias, son realmente importantes para ti: dedicar tiempo a tus hijos, ir al gimnasio, meditar, cocina saludable, salir con amigos… Observa que en este grupo están aquellas cosas que has ido aparcando por falta de tiempo y que, sin embargo, le darían sentido a tu vida, te aportarían felicidad y realización personal.
4. No obligatorio y No importante: conversaciones de chismorreos, correo publicitario, jugar al solitario en el ordenador…
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