Un joven de 23 años de edad fue asesinado de un tiro en la espalda, cuando intentó huir de un grupo de delincuentes que lo robó en Las Adjuntas. La víctima fue identificada como Engelbert David Santana y era estudiante del quinto semestre de Administración Tributaria en el Iutirla.

Sus parientes relataron que el sábado a las 4:30 pm Santana se reunió con un grupo de amigos en la parte alta del sector La Sosa, cuando fueron sorprendidos por cinco hombres armados que les exigieron la entrega de sus pertenencias. Pese a que los jóvenes no se resistieron al asalto, los delincuentes los apuntaron y los condujeron a una zona montañosa de esa comunidad y les dijeron: “Quédense tranquilos, que los vamos a matar”.

Al escuchar la amenaza, Engelbert intentó escapar y los hampones no vacilaron en agredirlo y le dispararon. Murió en el lugar. Sus amigos se lanzaron por un barranco para evadirse de los azotes. Sufrieron heridas leves por la caída. “Los pistoleros solo se llevaron el celular de Engelbert. No les dio tiempo de robar al resto de los muchachos. Él era trabajador, no se metía con nadie. En sus ratos libres se reunía a compartir con sus amigos de toda la vida porque, además de estudiar, trabajaba como empleado de seguridad en la agencia principal del Banco de Venezuela de la avenida Universidad, en Caracas”, relataron los allegados.

Los vecinos de Las Adjuntas denunciaron que viven en un estado de zozobra constante por los tiroteos y robos a mano armada. “En estos días caminaba por una de las calles del sector Kennedy y tuve que correr porque había un enfrentamiento entre bandas. Cuando cesó el tiroteo, a los 10 minutos, pude llegar a la casa. Esto es el pan nuestro de cada día y hemos aprendido a vivir con la violencia. Nos hemos acostumbrado a resguardarnos temprano por esta situación”, dijo una residente que prefirió mantener su nombre en reserva.

Ultimado en un puesto de perros calientes. En otro hecho ocurrido en la parroquia La Dolorita, en Petare, mataron a Yefferson Contreras, de 19 años de edad. Sus familiares relataron que el sábado a las 10:00 pm salió a comer perros calientes en un puesto de venta cerca de su residencia. Luego de hacer el pedido, se le acercaron dos hombres armados que le dijeron: “Epa, chamo”. Cuando volteó le dieron tres tiros en el pecho y se dieron a la fuga. Sus parientes argumentaron que lo más probable es que lo confundieron con otro joven, pues no lo robaron. Contreras murió en el sitio.

“Yefferson no tenía enemigos, pero todo parece indicar que fue un atentado. Suponemos que se equivocaron de persona. A veces ocurre que los inocentes son los que pagan las culpas de otros y este es el caso”, dijeron los parientes.

Para los familiares de Contreras vivir en La Dolorita es lo más similar a un infierno. “Como en el resto del país estamos indefensos, ante el poder de acción de las bandas delictivas. La policía no se mete para ciertas zonas porque sabe que enfrentarse a los malandros es como poner a pelear a David contra Goliat. Tienen todas las de perder. Los entendemos porque los funcionarios no tienen el armamento bélico de los delincuentes. Están en desventaja”, expresó.

La víctima no dejó hijos y era el tercero de seis hermanos. Estaba haciendo un curso de barbería para buscar trabajo en esa área.

El Dato
Este fin de semana fueron ingresados 37 muertos a la morgue de Bello Monte. Entre las víctimas destaca un entrenador de softball identificado como Luis García, de 53 años de edad. Lo mataron durante un asalto dentro de un autobús en la avenida Morán.

EL NACIONAL

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